Académica Maisa Rojas en Congreso Futuro: «Es posible limitar el calentamiento global a 1,5 grados, pero va a requerir cambios a una escala sin precedentes» (Noticias U. de Chile)

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    En la cuarta y última jornada del Congreso Futuro en Santiago, la académica de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas y directora del Centro de Ciencia del Clima y Resiliencia (CR)2, se presentó con una exposición sobre los desafíos que enfrenta la humanidad frente al cambio climático. Invitada al panel titulado «Actuar», la académica puso sobre la mesa la urgente necesidad abrir el camino a transformaciones tecnológicas y socioculturales que involucren tanto a los Estados, a las personas y al mundo de la ciencia en su amplio espectro. «Esa transformación en Chile la vamos a poder implementar en el proceso que comenzamos este año al darnos una nueva constitución», advirtió.

    Por Francisca Siebert

    ¿Cuál es el rol de la ciencia frente al desafío del cambio climático? Fue la pregunta con que partió en esta novena versión del Congreso Futuro la doctora en Física, Maisa Roja. “Mi respuesta es que evidentemente los científicos tenemos un rol importante, pero así lo tienen los gobiernos y los Estados y más crecientemente también la ciudadanía”, afirmó la académica.

    Utilizando un gráfico, la directora del (CR)2 mostró las temperaturas globales del planeta, desde el año 1850 hasta el presente. “Estos datos nos muestran que el planeta se ha calentado un grado. Pero la verdad de las cosas es que nadie vive o experimenta una temperatura promedio global. Lo que sí experimentamos es por ejemplo, los vientos huracanados del Huracán Dorian si estábamos en Bahamas en septiembre pasado; o si vivimos en la zona centro sur de Chile la mega sequía que tenemos hace diez años;o si vivimos en Australia los más grandes incendios forestales que comenzaron el año pasado y continúan hasta el día de hoy”, afirmó.

    De acuerdo a la profesora Rojas, el 2019 no solamente fue el segundo año más cálido desde que tenemos registro y donde ocurrieron esta serie de eventos extremos mencionados, sino también fue año marcado por los movimientos ciudadanos, liderados especialmente por jóvenes, quienes comenzaron exigir acciones por el cambio climático.

    “En una reciente encuesta realizada en 18 países de América Latina, el 93 por ciento de las personas encuestadas están de acuerdo en que el cambio climático está ocurriendo hoy en día. Un mismo 93 por ciento en que el cambio climático tiene que ser una prioridad para el próximo gobierno. Entonces, la pregunta es, ¿dónde están nuestros gobiernos?”, preguntó Rojas.

    Junto con relatar el trabajo conjunto de los países entorno Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, y su reunión anual en la Conferencia de las Partes (COP), la directora del (CR)2, dio cuenta del acuerdo histórico que los 197 parte de la convención alcanzaron en la COP21, llamado “Acuerdo de Paris”, dirigido a limitar el calentamiento del planeta muy por debajo de los dos grados, y hacer los esfuerzos necesarios para limitarlo a un grado.

    “La evidencia está, la ciudadanía está exigiendo y los países parece que también están relativamente de acuerdo. Pero la verdad de las cosas es que desde el año 2015 no se ha avanzado demasiado en la implementación de esas acciones, y nuestras emisiones siguen aumentando”, advirtió la experta, quien relevó lo señalado por el último informe 2019 del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) para el actual contexto mundial: “Medio grado cuenta, cada año importa y cada decisión cuenta”.

    Justamente dicho informe evalúa cómo sería un mundo que se calienta 2 grados vérsus un mundo que se calienta 1,5 grados, y la conclusión es que son dos mundos muy distintos. “El esfuerzo por limitar el calentamiento a 1,5 versus 2 grados vale la pena hacerlo, y nos vamos a ahorrar una cantidad importante de impactos”, expresó Rojas, quien luego detalló cuan factible es poder cumplir con este objetivo.

    Una transformación sin precedentes

    “Supongamos que yo quiero limitar la temperatura a 2 grados, eso está asociado a una cantidad finita de C02 que puede entrar a la atmósfera. Cualquiera sea el límite que nos pongamos, 1,5, 2, 3 o 4 en algún momento tenemos que dejar de emitir C02, tenemos que volver a ser carbono neutral”, explicó la académica advirtiendo que esa es una labor que nos competa a todas y todos, estados e individuos, y volviendo al informe del IPCC, Rojas destacó: “El informe dice que es posible limitar el calentamiento a 1,5 grados, pero va a requerir cambios a una escala sin precedentes en la historia de la humanidad”.

    En línea con el texto, hoy existe la factibilidad geofísica, tecnológica y económica para abrirnos a esta transformación, el punto es qué pasa con la factibilidad institucional y sociocultural, y en línea con la directora del (CR)2: “Yo diría que eso no está tan garantizado”.

    En este punto de la presentación, la académica de la FCFM contextualizó la crisis social que atraviesa nuestro país, justamente con la crisis ambiental que azota al planeta.

    “Volviendo a esta encuesta que les mencioné en América Latina, un 82 por ciento de los encuestados están de acuerdo en que el cambio climático empeorará la pobreza y la desigualdad en mi país, y que los efectos del cambio climático afectarán principalmente a las personas más pobres. Es decir, hay un amplio consenso entre la relación entre cambio climático, pobreza y desigualdad. La buena noticia es que estas mismas personas encuestadas en 18 países de América Latina sienten que enfrentar el cambio climático es una oportunidad para construir un mundo más justo”, afirmó Rojas.

    Al término de su presentación la académica expresó que la transformación a la que se enfrenta la humanidad, se refiere a estos cambios profundos que implican deconstruir la forma actual de hacer las cosas, crear posibilidades previamente inimaginables, incluidas nuevas formas de pensar, de actuar, y de organizarse. “Esa transformación en Chile la vamos a poder implementar en el proceso que comenzamos este año de darnos una nueva constitución”, concluyó la investigadora.

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