Arboles ancestrales hablan de sequía en mil años (Ansa Latina)

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Científicos de la Universidad Austral de Chile, con la colaboración de argentinos, ingleses y estadounidenses, participan en la confección de un Atlas dendrocronológico de Suramérica que permitirá conocer a través de los árboles el clima desde el año 1400.

«El trabajo abarca gran parte de Suramérica, y la observación es que los extremos en el clima, tanto sequía como inundación, los intervalos entre ellos han ido disminuyendo y están ocurriendo cada vez con menos espacio de tiempo», dijo en conversación con ANSA el biólogo y doctor en ciencias forestales Duncan Christie.

Advirtió que «el panorama no es homogéneo» y puso como ejemplo que «donde usted esté parado en Suramérica, en el suroeste argentino, hay mayores inundaciones, mientras que en Chile central o norte de la Patagonia han aumentado las sequías».

El Atlas abarcará desde el sur de Bolivia hasta Tierra del Fuego, el sur del Perú, Uruguay, Paraguay, Argentina, gran parte de Bolivia y Chile. «Para nosotros, una de las principales ventajas de esta investigación, es que todo este territorio de Suramérica, produjimos la reconstrucción de eventos de sequía desde 1400 y espacialmente explícito, es como que lo hubiéramos dividido en píxeles. Si usted lo tomara en forma de libro, de 600 páginas, va a haber un mapa, cada píxel va a tener la intensidad de sequía o inundación», detalló el académico de la Universidad Austral. Añadió que así «podemos entender la disponibilidad hídrica y se pueden hacer cruces sociales con eventos históricos, como la disponibilidad de alimentos y el malestar social tienen que ver también con el clima».

Una relación que hicieron con los conflictos sociales fue que la revolución de Tupac Amaru (1780-81) en el altiplano de Perú y Bolivia estuvo precedida por una década completa de sequía y carestía de alimentos, «lo que debe haber ayudado a gatillar este levantamiento en el virreinato del Perú».

Mencionó también que a fines del siglo XIX, cuando Bolivia sube los impuestos al salitre había una hambruna tremenda en ese país y una demanda muy grande de alimentos. El alza de tributos fue el detonante del conflicto con Chile, en el que también se involucró Perú, dando lugar a la denominada Guerra del Pacífico de 1879. «Los modelos predictivos hacia el futuro, es otro cruce interesante, porque los colegas geofísicos, una de las limitantes que tienen es como comprobar que sus modelos son correctos, ahora podrá compararse con los árboles que nos hablan en este Atlas», apuntó Christie.

El investigador del Instituto de Conservación, Biodiversidad y Territorio de la Austral aclaró que «no todos los árboles sirven para este tipo de estudio, primero hay que ver que sean sensibles a la disponibilidad del agua».

Acotó que «este trabajo lo pudimos hacer hoy pero hay una década de investigación» y cuenta que se utilizaron «300 bosques de la Amazonia boliviana y Tierra del Fuego, 12 especies arbóreas, 15 mil árboles».

«Y si los lleva a anillos (de los árboles), son dos millones y medio» junto a una gran cantidad de personas que hizo posible este trabajo.

De las especies, precisó que las utilizadas dependen del área. «En los Andes centrales, la zona del altiplano, trabajamos con la queñua; si nos movemos a Chile central, el ciprés de cordillera. Luego hacia la cordillera, la Araucaria; en la zona valdiviana (sur de Chile), la lenga, el alerce; hacia la zona austral de la Patagonia el ciprés de las Guaitecas».

El profesor Christie comentó que este Atlas dendrocronológico viene a completar los que ya han hecho otros colegas en Norteamérica, Europa, Asia y Oceanía. «Con esta pieza que faltaba, uno puede empezar a ver el clima a nivel planetario». Sobre la sequía que afecta hace 10 años a Chile, comentó que «esta megasequía en 1.000 años no la habíamos visto.

Años secos intensos uno los ve, pero lo que es inusual es 10 años continuos con este nivel de sequía».

Y la vinculación entre el clima y la actual pandemia global, señaló que «es un campo abierto».

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