Científica que colabora en COP25: «La sequía no es solo culpa del cambio climático, también de cómo organizamos el agua» (Emol)

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    Maisa Rojas habló sobre el problema que se vive en Chile actualmente por la falta de lluvias y reservas de agua, según ella «lo que debiéramos pensar es que tenemos que tener un cambio profundo en la manera» en que la gestionamos.

    Por Pía Larrondo

    Los devastadores incendios, las sequías y huracanes que se vinculan a la acción del cambio climático, han hecho crecer la preocupación de la ciudadanía y de algunos gobiernos.

    Al respecto, Maisa Rojas, académica del Departamento de Geofísica, actual directora del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2) de la Universidad de Chile y la única científica que participa en el Consejo Presidencial que colabora con la planificación y desarrollo de la COP25, habló con El Mercurio de Valparaíso.

    Para empezar, la física señala que la existencia del cambio climático «no se puede negar ni discutir». «Todo el calentamiento global que hemos observado en los últimos 150 años es atribuible a actividad humana, en concreto a la quema de combustibles fósiles y al cambio del uso de la tierra que los humanos hemos hecho sobre el planeta».

    Según la también climatóloga, el aumento de las temperaturas extremas en los últimos años es a causa del cambio climático «como es el caso de las dos grandes olas de calor que hubo en Europa en el verano del hemisferio norte, en junio y julio. Ahí hubo estudios que dijeron que sin cambio climático esto no hubiese ocurrido».

    Gestión del agua en Chile

    Por otro lado, la sequía que ha afectado a nuestro país durante los últimos 10 años de Coquimbo a La Araucanía es «bien compleja» según Rojas.

    «Es probablemente el tema más complejo para Chile el de la falta de precipitaciones. Pero una cosa es la precipitación y otra es el recurso hídrico y el recurso hídrico se gestiona. Esa gestión puede hacer muchas cosas para mejorar la disponibilidad, independientemente de si llueve mucho o poco. Obviamente, si no llueve nada, no hay nada que gestionar. Pero hay harto espacio que existe todavía para mejorar la disponibilidad del recurso», explica.

    Respecto al tema de la sequía, la física es clara, no hay que «echarle solamente la culpa al cambio climático, sino también a cómo nosotros nos organizamos en torno al uso del agua».

    Pero, «lo otro, es que el hecho que esta sequía sea tan extensa en el tiempo, nos debiera hacer reflexionar sobre que ya no podemos seguir pensando en soluciones paliativas, como pagar por un camión aljibe para tener agua. Se podrá pensar que ya el próximo año volverá a llover y el siguiente también y probablemente va a volver a llover un poco más en los años siguientes, pero creo lo que debiéramos pensar es que tenemos que tener un cambio profundo en la manera que gestionamos el agua», añade.

    Debido a, por ejemplo, la disminución del caudal del Río Maipo, la climatóloga cree que este tipo de fenómenos podría llegar a repercutir en un racionamiento de agua potable,»tuvimos racionamiento de energía eléctrica por causa de sequía, ¿no es verdad? En el año 1998, yo creo que fue. Así que, sí, definitivamente es posible».

    Para finalizar, Rojas comenta las medidas que se pueden tomar para hacerle frente a la sequía, «tener conciencia de que el agua es preciosa y racionalizar su uso está en manos de todos: cerrar la llave. El Estado y las municipalidades también tienen harto espacio de medidas que ellos pueden tomar. Por ejemplo, el tema del riego. Creo que lamentablemente tenemos que dejar de pensar que tenemos que tener parques con pasto: el pasto requiere de mucha agua, el pasto no es nativo de esta región, no corresponde».

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