Crisis social chilena está muy vinculada al medioambiente, dice asesora científica para COP25 (Agencia Xinhua)

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    Por Valentina Bastías Atias

    El estallido social chileno, que cumple más de un mes de masivas manifestaciones ciudadanas en todo el país, tiene mucho que ver con el medioambiente y el cambio climático, las dos crisis están estrechamente vinculadas, afirmó la coordinadora del grupo científico de la 25 Conferencia de las Partes (COP25) de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, Maisa Rojas.

    Rojas hizo hincapié en «la sensación que puede quedar de que el cambio climático no tiene nada que ver con la crisis social, porque se dejó de hablar de este tema en Chile para hablar de otras cosas, pero eso es incorrecto», dijo a Xinhua, en relación a la COP25 que se realizaría en Chile a fines de año.

    La científica es hoy la única mujer del Consejo Asesor Presidencial para la COP25, cumbre que debió ser cancelada por decisión del presidente Sebastián Piñera y trasladada a Madrid, España, del 2 al 13 de diciembre, debido a los conflictos que enfrenta hoy el país sudamericano.

    En este contexto, señaló que «la opinión pública debe tener claro que no vamos a poder abordar de una manera correcta la crisis social, sin enfrentar el cambio climático».

    La física de la Universidad de Chile declaró que «muchas razones» que desencadenaron esta crisis social, tienen su raíz en el calentamiento global, cuyos efectos se perciben actualmente en todo el país y también en el mundo, a través del incremento de las temperaturas, las sequías, la falta o aumento de las lluvias, entre otros fenómenos naturales que se han agudizado, y que afectan directamente a la población.

    Chile enfrenta hace varias semanas protestas ciudadanas consecutivas por demandas sociales, como el aumento de las pensiones y salarios, mejoras a la calidad de la salud y la educación, sumado al reclamo por una nueva Constitución.

    Respecto a lo último, Rojas aseguró estar «esperanzada» con «esta tarea extra» que tiene su país, en torno a la discusión de una nueva Carta Magna, «que debe sentar las bases comunes sobre la cual queremos construir nuestro futuro, que está cruzado hoy por el cambio climático».

    «Sabemos que el cambio climático es multiplicador de amenazas, por lo tanto, esa concepción de la nueva Constitución tiene que incluir esta arista, que se da en un mundo cambiante bajo la acción humana y se manifiesta en el calentamiento global», añadió la climatóloga.

    Destacó a modo de ejemplo la discusión en torno a las llamadas «zonas de sacrificio, localidades con alta contaminación ambiental debido a la actividad industrial; los problemas derivados de la sequía y la desertificación; el avance de los incendios forestales, y la privatización del recurso del agua, entre otros, de acuerdo a las organizaciones medioambientales.

    Otras problemáticas levantadas tienen que ver con proteger legalmente los glaciares chilenos, que son la tercera mayor reserva de agua en el mundo y albergan el 80 por ciento del hielo total de Sudamérica, y que han acelerado su derretimiento en este nuevo contexto climático.

    También los humedales del territorio nacional, cuya longitud alcanza los 4.300 kilómetros de largo y 180 kilómetros de ancho, con el objetivo de detener su deterioro y preservar su biodiversidad.

    La directora del Centro para el Clima y la Resiliencia (CR2) valoró en esta línea la importancia que se dio este año al cambio climático y el acercamiento del fenómeno a la ciudadanía, además del énfasis que le dieron al tema los medios de comunicación.

    Pero afirmó que siente «frustración» al no haber podido culminar durante la COP25 en Santiago el trabajo de todo un año, que fue «sumamente positivo», dado que incluyó a todos los actores de la sociedad, lo que permitió traspasar el conocimiento científico a las personas.

    Previo al estallido social, Chile fue ampliamente reconocido por sus pares por sus iniciativas medioambientales dedicadas a frenar y a mitigar los efectos del calentamiento global, a través del fomento a las energías renovables y un plan de reducción de emisiones a 2050, en el marco del Acuerdo de París, que sería presentado en esta cumbre, pero se pospuso hasta marzo del próximo año.

    El rol de Chile como presidente de la COP25 incluye mediar las negociaciones y promover los acuerdos y la acción climática, en pos de disminuir el calentamiento global a 1,5 grados, como lo planteó el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU, que indicó que la suma de medio grado (a 2 grados centígrados) de temperatura tendría consecuencias graves para el planeta.

    La Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático es el órgano en el que se reúnen los 195 países firmantes de la convención que en 1994 reconoció el cambio climático para adoptar decisiones en torno al clima.

    La COP del 2020 se celebrará en la ciudad escocesa de Glasgow, Reino Unido

    Leer en Agencia Xinhua.