Estudio dice que cambio climático comenzará en Santiago el año 2043

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    (La Tercera, 10 de octubre) La U. de Hawaii creó un índice que mapea los cambios de temperatura que tendrán más de 200 ciudades. La zona más afectada será el trópico, por su ubicación y la invariabilidad climática.

    http://www.latercera.com/noticia/tendencias/2013/10/659-546341-9-estudio-dice-que-cambio-climatico-comenzara-en-santiago-el-ano-2043.shtml

    Los efectos del cambio climático son todavía distantes. La mayoría de las proyecciones habla de consecuencias concretas recién para finales del siglo. Pero ahora, un estudio de la U. de Hawai fija, por primera vez,  un plazo final para el mundo (2047) y para más de 200 ciudades, incluyendo Santiago. ¿La primera afectada? Indonesia, en 2020. La más tardía, Anchorage (EE.UU.), en 2071. En Santiago, el clima cambiará en 2043. Ese sería el año en que nuestra capital evidenciará la desviación climática, un punto que puede considerarse de no retorno y que se registra cuando los límites de temperaturas mínimas y máximas superan las medidas en los últimos 150 años.

    CAMBIOS SIN PRECEDENTES

    Para realizar el estudio, publicado en la revista Nature, el equipo analizó diversas variables climáticas, como las precipitaciones por ciudad, temperaturas, evaporación del agua y temperatura y acidificación del océano. Luego hizo dos proyecciones basadas en escenarios posibles de niveles de CO2 propuestas por el último informe del Panel de Cambio Climático: uno moderado y el más catastrófico, que señala que para el 2100 habrá 936 ppm de CO2 en la atmósfera. En agosto pasado había 395 ppm de CO2, según el NOAA.

    El mapa de las ciudades trabaja con el escenario más pesimista, que los expertos creen más probable.

    CHILE EN 30 AÑOS

    El estudio muestra que los países tropicales serán los primeros  que experimentarán variaciones climáticas, a principios de la próxima década. “Principalmente porque no poseen gran variabilidad climática. Por lo mismo, su vegetación y anima- les no están acostumbrados a cambios bruscos”, dice Camilo Mora, quien lideró el estudio.

    Aunque no entrega un diagnóstico detallado por ciudad, Mora da a La Tercera un ejemplo para Santiago: “Imagínense algún episodio de sequía grande que hayan tenido. Eso ocurrirá cada año”. Lo mismo, dice, con las olas de calor.

    Datos que también han mostrado algunos estudios realizados en el país. Un informe presentado este año para la Región Metropolitana dice que entre 2045 y 2065, la región tendrá 20% menos de precipitaciones totales anuales y un aumento de temperatura aproximado de 1 °C o 2 °C, tanto pa-ra máximas como mínimas.

    Otro estudio, de la UC, dice que las temperaturas sobre 32 grados en verano, que pasaron de 11 días (entre 1961 y 1990) a 16 días en la actualidad, podría llegar a un mes.

    Maisa Rojas, coautora del último reporte del IPCC, considera interesante el estudio de la U. de Hawai. Opina que este tipo de cálculos son importantes para la adaptación de sistemas sociales y de los ecosistemas. Por lo que si los estudios señalan que para entonces lloverá mucho menos que el promedio, hay que cambiar de hábitos, como no tener tantas zonas con pasto que regar o no hacerlo con agua que sirva para beber.

    Una mirada que comparte Laura Gallardo, directora del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia. El estudio entrega, dice, un indicador que pone énfasis en la necesidad de acelerar las medidas de mitigación respecto de biodiversidad y la vida en las ciudades. Sin embargo, afirma que, aunque el ejercicio de poner una fecha exacta puede ser adecuado para países tropicales, no es igual para lugares como Santiago. ¿Por qué? Por la variabilidad climática natural e interdecadal (una década marcada por la sequía y otra por las lluvias). Por eso, sostiene, la fecha ahí estimada debe ser tomada sólo como un referente. “Los registros instrumentales que tenemos son insuficientes para determinar con claridad un patrón y proyectar qué pasará para los próximos 20 o 30 años”, señala.