¿Fin del pasto en los parques urbanos?: Las opciones para diseñar estos espacios ante el escenario de escasez hídrica (Emol)

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    Maisa Rojas planteó el debate y otros expertos, además de secundarla, abordan cómo suplir este ornamento o cómo mantenerlos. ¿Son los parques urbanos menos sustentables? Expertos plantean un mejor manejo del agua

    Por María Jesús Herranz

    SANTIAGO.- Actualmente, hay 56 comunas en el país que están con decreto de escasez hídrica y cinco regiones con emergencia agrícola. La preocupación ante el manejo del agua ha generado revuelo en distintos sectores e, incluso, el Presidente Sebastián Piñera anunció que se destinarán más de US$5 mil millones para enfrentar la megasequía en Chile que lleva más de una década.

    La directora del Centro de Ciencia del Clima y Resilencia (CR2) de la U. de Chile y coordinadora de las mesa de científicos para la COP25, Maisa Rojas, señaló a El Mercurio de Valparaíso que todos pueden tomar conciencia en cuanto al uso del agua y que, por parte de las autoridades, el manejo en el riego es fundamental: «Creo que lamentablemente tenemos que dejar de pensar en tener parques con pasto: el pasto requiere de mucha agua, no es nativo de esta región, no corresponde».

    Emol conversó con tres expertos del área para analizar la medida planteada por la científica y abordar otras soluciones que se podrían aplicar para desarrollar parques en las ciudades que sean más sustentables.

    Vegetación nativa

    «Lo primero que piensa la gente cuando se genera un área verde, es en poner pasto», comentó Alex Godoy, director del Centro en Sustentabilidad UDD, concordando con la postura de Rojas. «Y el pasto más que ser una planta introducida, es una planta que tiene un consumo hídrico muy grande», agregó.

    Según su análisis, lo ideal «no es poner solamente pasto, sino que hacer una mezcla entre arbustos y vegetación de la zona».

    Es por esto que, en su opinión, los parques urbanos deben diseñarse «con flora nativa de la zona, porque son plantas que están más adaptadas a las condiciones locales y se juega mucho entre lo que es el paisaje con plantas que son propias de la flora», y no usar césped que, además, genera «un consumo muy grande» de agua.

    Osvaldo Moreno, jefe de magíster en Arquitectura del Paisaje UC, puntualizó que «en el escenario actual de escasez hídrica (…), la optimización del recurso agua para fines de riego es una herramienta fundamental en el manejo de las áreas verdes urbanas hoy día».

    Y coincidió en que las estrategias «se tienen que traducir en la búsqueda de nuevas especies y de nuevas estrategias de plantación de especies vegatacionales en áreas de parque y, en general, en espacio público, y que llevan a repensar las características que tradicionalmente hemos buscado en este tipo de espacios», manifestó el arquitecto.

    Por su parte, Sonia Reyes, investigadora del Centro de Desarollo Urbano Sustentable (CEDEUS), si bien coincide con lo anterior, puntualizó que «es muy preferido y deseado por las personas. (…) Un parque sin césped, visualmente se ve más árido, entonces la gente tiende a pensar que tiene mala mantención o es de mala calidad. Yo diría que no se puede eliminar totalmente por ese argumento social».

    «Pero sí se puede disminuir la extensión de la superficie que tiene césped y siempre con árboles encima, porque al tener la sombra de los árboles, permite que la humedad permanezca más tiempo en el suelo», y plantó que una posible solución es utilizar cubresuelos, «esas plantas bajitas nativas que son muy ornamentales y que no se usan», ya que en su opinión «el tema es hacer un paisajismo que sea igualmente atractivo».

    Sistemas de riego

    En cuanto al sistema de riego, factor fundamental en la mantención de los áreas verdes, Godoy explicó que ahora en su diseño «las medidas de los parques usualmente tienen que ver con medidas que permitan crear sombra, de bajar temperaturas, de absorber calor, y también con sistemas de riego que están basados en la recuperación de agua».

    «Muchas de las aguas grises, por ejemplo, se podrían recuperar para los propios usos, más que regar con agua que puede tener un uso alternativo», dijo el director, haciendo hincapié en la falta de innovación, ya que una de las medidas posibles es que «los sistemas de cañería y de construcción permitan recolectar y separar aguas, para poder tener sistemas de tratamiento de aguas grises diferenciado de las aguas cafés, que es lo que hoy día se realiza», señalizó Godoy.

    «Estamos hablando de zonas que están combinadas con edificaciones, programas de viviendas o ciertos equipamientos, entonces es posible pensar que con cierta reconversión tecnológica, estas mismas edificaciones puedan desarrollar mecanismos para la reutilización de aguas grises», añadió Moreno.

    Sobre esta alternativa, Reyes indicó que «tendrían que ser aguas que estén en las propias instalaciones del parque porque, si quisiera usar aguas grises de vivienda, habría que hacer una red de distribución, y eso sería muy difícil».

    La investigadora del CEDEUS añadió que otra alternativa es la acumulación de aguas lluvias: «Es súper factible, depende de la condición exacta del parque cómo se pone ese estanque. Algunos pueden ser subterráneos y encima incluso puedes usar una capa de césped», indicó por su parte Reyes. Sin embargo, indicó que «con la escasez de lluvia, igual tiene que suplementar esa agua, pero es factible y es una buena medida».

    Otro factor fundamental, «además de ser una medida -podríamos decir- de manejo ecológico o paisajísitco, es una medida que implica un cambio cultural, porque en definitiva somos los usuarios de estas áreas verdes y en parte la sociedad la que ha llevado a la búsqueda de que en nuestras áreas verdes existan prados de césped tal como ocurre en otras regiones del mundo», enfatizó Moreno.

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