Francisca Clemo, estudiante (CR)2 ganadora de Beca National Geographic: “Hay que atreverse a postular, perder el miedo”

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Con el aviso de un amigo y sólo un día para armar su proyecto. Así comienza la historia de Francisca Clemo, estudiante (CR)2 y del Magister en Oceanografía de la Universidad de Concepción, ganadora de una beca de la National Geographic para estudiar la influencia marina en el ecosistema del bosque de Talinay, ubicado en la región de Coquimbo. Conversamos con ella para conocer de qué trata su proyecto, la importancia de incentivar la curiosidad en niñas y niños así como de trabajar en ciencia junto a la comunidad y que al final del día el miedo no debe ser la limitante para postular un proyecto.

Por Michelle Ferrer

Cansada de vuelta de su último terreno en Talinay, a Francisca Clemo no la para nada. Ni siquiera el hecho de que sólo tuviese un día para armar su postulación para la Beca de la National Geographic de la que resultó ganadora. Actualmente está en la planificación de lo que será su viaje a Sudáfrica para trabajar con el geoquímico Petrus Le Roux, aunque sin dejar de lado el contacto con el profesor y los estudiantes de la escuela de Caleta El Toro, con quienes está desarrollando un proyecto de atrapanieblas para alimenta un herbario escolar.

¿En qué consiste la beca que ganaste?

Consiste básicamente en 5 mil dólares para mi investigación de tesis de Magíster. Para postular tuve que presentar un proyecto y un presupuesto, que en mi caso fue mi proyecto de tesis y el presupuesto lo desglosé en un terreno, que es la campaña que realicé en Talinay, y un viaje a Sudáfrica para hacer el análisis de unas muestras allá, con un geoquímico con el que me interesaba trabajar. Las fechas de postulación están establecidas en la página de la National Geographic y ellos se pueden demorar hasta seis meses en revisar un proyecto, pero si tú dices que necesitas que se revise antes porque tienes un terreno o porque necesitas realizar alguna actividad asociada a tu investigación durante las fechas en que van a estar revisando tu proyecto, ellos lo hacen. A mí, por ejemplo, me llegó la notificación antes de la fecha en que se avisa a los postulantes, porque mi proyecto requería que realizara un terreno en octubre porque es cuando hay más niebla en Talinay.

Y en particular ¿De qué trata tu proyecto?

Yo estoy trabajando en la interacción entre océano y continente. Entonces mi idea era identificar la influencia marina en el ecosistema costero, expresado a través de los sistemas de niebla y cómo éste puede estar manteniendo el bosque de Talinay, que es súper frondoso y está rodeado de una vegetación que es árida. Esto pensando que el bosque en ese punto es del tipo que se da cuando tienes precipitaciones de más de 1500 milímetros anuales y a esa latitud tenemos entre 130 y 150 milímetros al año. Entonces es por esto que quiero identificar cómo se sostiene este bosque, no solamente en cuanto a la cantidad de agua, sino que también en la cantidad de nutrientes que está recibiendo de la niebla y eso todo lo vamos a ver con una aproximación biogeoquímica, con isótopos estables.

¿Cómo van a medir la influencia del sistema de niebla en el bosque de Talinay?

En este caso lo estamos haciendo midiendo los isótopos del agua de niebla, del agua subterránea y del agua de lluvia, y eso lo vamos a contrastar con los valores de alfa celulosa que yo extraje de las hojas del bosque, ya que pensamos que conociendo el valor de alfa celulosa de los isótopos vamos a identificar qué es lo que sostiene al bosque y su proporción. Por otro lado, con los isótopos de carbono y nitrógeno vamos a ver si es una señal más cercana a la marina o a una terrestre, para eso también muestreé perfiles del cerro, donde espero ver una variación de los isótopos a medida que me alejo del mar. Lo mismo con isótopos de estroncio, que tienen un valor isotópico determinado en el océano y que es diferente en el ecosistema terrestre, lo que está relacionado con la litología y la edad de la roca. Entonces voy a contrastar los valores esperados para la litología que hay ahí versus las del océano.

Trabajo con la comunidad

¿De qué forma crees que podría impactar tu investigación en la comunidad de Caleta Toro?

Ahora mismo estábamos trabajando en eso, construyendo atrapanieblas con los niños de la Escuela de Caleta El Toro. Porque aparte de que es una zona semiárida, que no tienen mucha agua, entonces la idea es medir no solamente la cantidad de agua sino que también la presencia de nutrientes, información que podría ayudarnos a saber qué podemos plantar ahí. La idea que tenemos con el profe y con los niños es ver cómo funciona el atrapanieblas, cuánta cantidad de agua podemos atrapar ahí, porque yo arriba del cerro de Talinay, donde estoy haciendo el estudio, colecto por evento de niebla un litro y medio de agua con un metro de atrapa niebla. Entonces queremos ver abajo, en la caleta, cuánta agua vamos a colectar y por eso los chicos quedaron de investigadores. Tienen su libreta para ir viendo cuánta agua van recolectando, qué día tienen un evento e ir describiendo con ayuda de su profesor. También les dejé material para que muestreen el agua y así encontremos la mejor ubicación para que ellos en la Caleta puedan tener plantas y cosechar probablemente. De repente, a futuro, hacer un atrapa nieblas más grande y ubicarlo en el mejor lugar posible de la Caleta. Yo creo que es una aplicación súper importante, ver cómo en los sectores áridos podemos utilizar el agua obtenida con los atrapanieblas y al describir la cantidad de nutrientes que tiene esa agua, saber si en realidad nos sirve para sostener un cultivo, así como sostiene el bosque en esa zona.

¿Y cómo llegaste a la parte de trabajar con los niños de la escuela de Caleta Toro?

La verdad es que salió de la nada. Una de las veces que fui a terreno, en agosto del año pasado, la sede de la junta de vecinos donde nos quedábamos estaba ocupada con un curso de buceo y la presidenta de la junta de vecinos me dijo que nos quedáramos en la escuela y al llegar a allá, conocí al profesor que hace clases en Caleta El Toro, que es motivadísimo y le encanta trabajar en este tipo de cosas con los niños, hacer experimentos, asistir a cursos, siempre postulan a concursos y emprendimientos para tener fondos para la escuela. Ahí conversando con él, yo le conté que andaba muestreando agua y un día, para la clase de educación física, nos fuimos todos a muestrear agua, caminamos, llegamos a una quebrada, cada niño muestreó un poquito de agua de la quebrada en sus tubitos para medir los isótopos y él me comentó que podríamos hacer algún proyecto, entonces yo le dije que cuando volviera me gustaría construir un atrapanieblas con los niños y justo surgió que estaba este fondo. Mientras eso pasaba, le mandaba mensajes  para que me contara cómo iba todo, nos hicimos amigos. Hasta que le dije: «ya profe, vamos de nuevo a Caleta El Toro, hagamos el atrapanieblas». Entonces todo surgió por una casualidad y fue así como conocí al profesor Máximo y a los niños y niñas de la escuela, que son igual de motivados que él, porque están influenciados por un profesor que se nota que le gusta educar y hacer este tipo de cosas. De hecho ahora están trabajando en el atrapanieblas y también en otro proyecto de observación de aves en el bofedal.

Ahora, desde tu punto de vista como científica ¿cómo valoras estas instancias en donde les puedes interactuar con la comunidad y mostrarles algo que tú conoces?

A mí me encanta y creo que debe ser un requisito cuando uno trabaja inmerso en lugares donde puedes tener una incidencia positiva en la vida de la gente. La ciencia nunca debiese desconectarse de ese propósito. O sea, yo podría estar en el cerro, ver mis cosas y publicar un paper, pero estoy inserta en un lugar donde la gente podría beneficiarse de alguna forma con lo que estoy haciendo. Tampoco quiero tener esa visión de la iluminación, pero lo que sí puedo hacer es alimentar la curiosidad de esos niños y niñas, y eso me parece súper importante. Porque puede que resulte lo del atrapanieblas como que no, pero ya el hecho de incentivarles la curiosidad a los niños y que les den ganas de trabajar porque les dijiste: “ya, ahora son ustedes los exploradores de Caleta El Toro”, es lo mejor. Vi lo felices que estaban con eso, extasiados porque iban a tener que anotar en la libreta y que me preguntaran cosas como: “tía ¿cuánto sacamos?, ¿cómo muestreamos el agua?, ¿con los tubitos que estuvimos el otro día?”, es entretenido. Además, de esta iniciativa podría salir un futuro científico o científica que aporte a su comunidad.

De perder el miedo a ganar una beca: un paso

Sabemos que tu proyecto ya lo venías desarrollando, pero ¿cómo te enteraste de la beca?

Yo tengo un amigo que es Arqueólogo y le había comentado que no tenía plata para hacer los análisis de estroncio en Sudáfrica y necesitaba mandarlos pero además yo tenía ganas de ir hasta allá para trabajar en el análisis. No me acuerdo cuál era la fecha de cierre de la postulación, pero suponte que era el 23 de julio, y él me dijo: “oye, ¿sabes qué? Acabo de encontrar en internet una beca de National Geographic de financiamiento para proyectos”. Entonces la miré y la cerraban al día siguiente, así que ese día trabajé como hasta las 6:00 de la mañana para mandar la postulación y que mi profesora guía la alcanzara a mirar antes de que cerraran el llamado, que era a las 12 del día hora chilena. Así que todo salió de mi comentario de que necesitaba plata para viajar y que mi amigo encontrara esta beca y me la mandara.

¿Y por qué Sudáfrica y no otro lugar?

Porque allá hay un geoquímico que se llama Petrus Le Roux, que tiene un laboratorio en donde trabaja con isótopos de estroncio y ese tipo de análisis. Acá en Chile cobran súper caro y él cobra más barato. Y, además, la oportunidad de viajar, de conocer otro lugar, otro laboratorio, de trabajar con otras personas, que no sea la U. de Conce o la U. de Chile, que son los lugares donde más me he movido ultimamente. Quería sumar algo diferente y una de mis profes guías, Eugenia Gayo, que ha trabajado con él antes, aportó a que surgiera la idea de trabajar con él y el contacto, que no es menor.

Para finalizar ¿Qué recomendación le harías tú a quienes les da temor o  no se atreven a postular este tipo de becas?

Yo creo que hay que jugársela. Con las puras ganas postulé y con cero ilusiones, nunca pensé que iba a salir. De hecho cuando llegó el correo confirmando que me había ganado la beca, yo estaba haciendo clases y puse una cara que los estudiantes pensaron que alguien se había muerto, porque de verdad no lo podía creer. De hecho, después le decía a algunos compañeros que todavía estoy esperando un correo donde me digan que se equivocaron, que fue un error. Pero estas cosas pasan, así que hay que jugársela y tratar, escribir los proyectos y en este caso, la National Geographic tiene tres fechas para estar postulando, entonces hay que ingresar a la página. Al final a ellos les encanta financiar este tipo de proyectos también y uno no pierde nada, a lo mucho te dicen que no y quedas igual de pobre que antes, no hay diferencia. Hay que atreverse, perder el miedo, porque de repente pueden pasar las cosas, como me pasó a mí.

Para más informacion sobre las convocatorias para las becas de la National Geographic, puedes revisar el sitio web https://www.nationalgeographic.org/grants.