Laura Gallardo: “Requerimos de una mejor convivencia con nuestro entorno y entre nosotros” (Noticias Open Beauchef)

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La investigadora del (CR)2 y del Departamento de Geofísica de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, Dra. Laura Gallardo, aborda los desafíos que tiene el país en materia de cambio climático, el proyecto de ley que se encuentra en el Congreso, el valor de la ciencia como bien común, el Acuerdo de Escazú, entre otros aspectos.

El 26 de marzo de cada año, se conmemora el Día Mundial del Clima declarado en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático efectuada en el año 1992. Esto, con la finalidad de generar conciencia en la población sobre el impacto del cambio climático.

La Dra. Laura Gallardo Klenner, académica del Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile e investigadora del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2, se refiere a diferentes aspectos vinculados a esta problemática que tiene en alerta a la comunidad científica.

En primer lugar, detalla cuáles son los desafíos del país en materia de cambio climático, aclarando que estos son múltiples y en variados ámbitos.

“Establecer una institucionalidad y una normativa acorde a los desafíos. Esto incluye la ley de cambio climático en discusión, pero no queda ahí. Requiere poder desarrollar políticas integrales que tomen en cuenta la mejor ciencia -desde los escenarios climáticos hasta la filosofía -disponible, la dimensión territorial de los problemas, incluyendo su carácter acoplado e interdependiente, y de manera muy clave de la participación ciudadana mucho más allá de las consultas referenciales”, enfatiza la especialista.

Por otra parte, precisa que hay que abordar con urgencia una comprensión más profunda de la vulnerabilidad urbana ante el cambio climático y la gobernanza urbana con una visión que trasciende lo sectorial. En este sentido, agrega, que se torna prioritario reconocer a la ciudad y la gobernanza como parte del ordenamiento jurídico, sobrepasando los indicadores simples como índices de densidad poblacional, ingreso o nivel educacional, lo que actualmente no existe.

Un tercer aspecto que resalta tiene que ver con “establecer y priorizar los bienes comunes como ejes rectores de la política, esto es, como reglas y acuerdos de convivencia social. En este contexto, la gobernanza del agua debe cambiar tomando en cuenta su carácter finito e inapropiable. De la misma forma, debemos avanzar en la mitigación y la adaptación climática, lo que pasa necesariamente por disminuir la inequidad abyecta que caracteriza a nuestro país. Las soluciones tecnológicas son insuficientes y se agotan. Requerimos de una mejor convivencia con nuestro entorno y entre nosotros. También se debe salvaguardar la ciencia como bien común”.

Acceso a la información ambiental

 La crisis social y política de octubre de 2019 obligó a suspender la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 25), cuya presidencia estaba a cargo de Chile. Esto, hizo que la actividad oficial, llevada a cabo en diciembre, fuera trasladada a España.

Posteriormente, el gobierno fue criticado por no suscribir el Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe, también conocido como Escazú, el cual el mismo país venía impulsando junto a Costa Rica desde el año 2018.

Para la Dra. Gallardo que el país no haya firmado este tratado lo afecta en diferentes aspectos, entre ellos, participación ciudadana, transparencia en la toma de decisiones y la democracia son fundamentales para asegurar decisiones que contengan múltiples perspectivas y para recoger el poder creativo de todos y todas.

“Como se indicó, enfrentar el cambio climático requiere de nuevas tecnologías para cambiar fundamentalmente la matriz energética, pero no es suficiente para el cambio de paradigma de desarrollo y bienestar y, esto último, requiere de las perspectivas de quienes no han tomado las decisiones y del poder creativo que ellos pueden traer, por ejemplo, el de las mujeres, de los pueblos originarios, de los diferentes”, expresa.

Aportes desde el CR2

Según detalla la docente de la Casa de Bello, el CR2, como cualquier centro de investigación de excelencia, aporta a la creación de nuevo conocimiento. No obstante, han logrado distinguirse a través de un esfuerzo consciente y permanente por abordar la interfaz entre ciencia y política.

“En ese contexto se distinguen nuestros informes a las naciones y varios proyectos y contribuciones como las simulaciones climáticas regionales para Chile y los protocolos de vulnerabilidad climática o la reciente plataforma de escenarios y vulnerabilidad (ARCLIM) y ciertamente el rol de apoyo científico a la discusión de la Ley de Cambio Climático”, indica.

Respecto al proyecto de ley comenta que, recientemente, se retomó la discusión en el Congreso, donde las docentes Maisa Rojas, Pilar Moraga y Andrea Rudnick continúan apoyando la toma de decisiones.

Finalmente, la investigadora se refiere a los desafíos que enfrentan las mujeres en el ámbito científico, tanto en esta como en futuras generaciones.

“Me parece que hemos avanzado en múltiples aspectos tal como se puede constatar en la FCFM o en el discurso público. Sin embargo, subyacen aún cuestiones culturales que hacen, por ejemplo, que la pandemia COVID haya afectado desproporcionadamente más la situación laboral de las mujeres en general, incluyendo a las académicas en el mundo y probablemente en Chile.  Los cambios culturales toman tiempo y a veces cambios generacionales, por eso es tan importante tomar medidas concretas como se ha hecho en la FCFM. Por otro lado, aparte de lo evidente que resulta la desigual carga de trabajo en el ámbito privado, también hay cosas más sutiles como qué es la ciencia de «corriente principal» y cómo las perspectivas aún nuevas de las personas de gametos grandes y todas las diversidades que hasta ahora son minoritarias en la ciencia son aceptadas como ciencia “de buen nivel». Posiblemente, estamos en una época de crisis del neoliberalismo y del capitalismo y también del positivismo y ciertamente de la visión de Spinoza sobre la ciencia y la academia. Los seres humanos no somos superiores, la ciencia es una manera más de entender y otras ideas que emergen o reemergen”, plantea.

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