Pamela Smith: «El clima de la ciudad es consecuencia de la forma en la que se planifica y es una manifestación de las desigualdades socioambientales» (Noticias CNDU)

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Luego de la publicación de los documentos “Agenda Social Urbana” y “Recomendaciones para las ciudades chilenas para enfrentar la pandemia”, el 11 de junio el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano (CNDU) inició un nuevo grupo de trabajo bajo el título “Ciudad y cambio climático”.

Cerca de 50 participantes, consejeros, representantes de gobierno, entidades gremiales, organizaciones ciudadanas, y academia, comenzaron la discusión sobre la planificación urbana con foco en el cambio climático. Algunas de las temáticas han sido los altos niveles de concentración atmosférica de material particulado fino (MP 2.5), la mala eficiencia y calidad energética de las viviendas y ciudades, la urbanización de sectores de protección ambiental, la movilidad sustentable.

Entre los participantes destaca la presencia del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2 de la Universidad de Chile, representado en cada sesión por Pamela Smith, quien es Máster  en Gestión y Planificación Ambiental de la misma casa de estudios, y doctora en Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

En una extensa entrevista reflexionó sobre las ciudades en estado de pandemia, el concepto de “justicia climática en la ciudad”, advertencias sobre la inequidad social y ambiental que arrastramos, y sus expectativas del grupo de trabajo que reúne diversos sectores, en búsqueda  consensos que aporten a las urbes chilenas.

Se dice que la próxima pandemia que enfrentará la humanidad es el cambio climático. ¿Qué responsabilidades se les puede atribuir a las ciudades y por nuestro diario vivir en ellas?

Sin duda los procesos que vivimos hoy se relacionan con la crisis climática y sistémica que enfrentamos (antropoceno) y que, si no actuamos con premura, será cada vez más intensa. Podríamos considerar a la pandemia como un ensayo general que está poniendo a prueba la resiliencia de los territorios, en particular de nuestras ciudades a enfrentar y recuperarse de un disturbio.

Las ciudades son un importante factor, en primer lugar, por la emisión de gases de efecto invernadero que se generan tanto en su interior, como en las actividades que permiten sostener a las ciudades (Hoy por hoy, ~70% de las emisiones globales de dióxido de carbono).

La ciudad y cómo la habitamos, además, modifica el clima local, intensificando el calor, por ejemplo. Esto es consecuencia de que el clima no sea considerado un factor en la toma de decisiones cuando se lleva a cabo la planificación y diseño de la ciudad. La inequidad social y ambiental, por otro lado, exacerban nuestra vulnerabilidad frente al cambio climático y otras amenazas.

Producto de la pandemia aparecen diversas teorías sobre las modificaciones que se generarán ¿Crees que habrán cambios en la manera que hacemos ciudad?

Deberían existir cambios que apunten hacia la equidad territorial, mejorando las condiciones ambientales y urbanas de quienes se encuentran más expuestos a este u otro tipo de disturbios, mejorando condiciones de la vivienda, aislamiento, por ejemplo, y las condiciones del barrio, para acceder más fácilmente a equipamiento urbano (como parques, plazas) y servicios.

Lo anterior permite abordar parte de los principales desafíos que están enfrentando y que enfrentarán cada vez con mayor intensidad las ciudades con los cambios previstos por el cambio climático. No todos nos vemos afectados en la misma proporción a eventos extremos, como las olas de calor, por ejemplo, y esto no es solo por nuestras propias sensibilidades, como la edad, la salud, etc.

Nuestra sensibilidad, vulnerabilidad y capacidad de respuesta se explica también por las diferencias en el diseño de la ciudad, la movilidad, en las características del barrio que habitamos y las condiciones de nuestra vivienda, que nos enfrentan en mayor o menor medida a las condiciones ambientales y en particular a las condiciones climáticas del exterior.

Actualmente destacas como investigadora responsable del proyecto “Construcción social del clima urbano: hacia la calidad y justicia climática en ciudades chilenas” del CR2”. ¿A qué se refiere el concepto de “justicia climática en la ciudad? ¿En qué consiste y cómo estamos al respecto?

El clima de la ciudad es consecuencia de la forma en la que se planifica y es una manifestación de las desigualdades socioambientales. En Chile observamos una fuerte segregación socioambiental de nuestras ciudades, como un patrón que se reproduce en áreas metropolitanas, grandes ciudades y también ciudades de tamaño medio.

Lo anterior genera que la ciudad sea un mosaico de climas urbanos explicados por la condición social y económica del barrio.  En verano las áreas menos calurosas coinciden con las zonas que habitan quienes tienen mayores ingresos, explicado por ejemplo, por un diseño urbano en que la densidad de construcción e impermeabilización del suelo es menor y la cobertura vegetal es mayor, no solo al interior de los predios si no también, en el espacio público.

Lo anterior puede ser leído entonces como una manifestación espacial de la justicia o injusticia climática urbana, concepto que surge asociado al cambio climático, para dar cuenta de que este es un proceso no solo físico, sino, además, social, económico, político y ético, en el que quienes son responsables de la mayor generación de agentes climáticos, no son quienes se ven mayormente expuestos a los efectos del cambio climático.

El grupo de trabajo que impulsa el CNDU aúna distintas miradas. ¿Qué valor les das a esos espacios y qué posibilidades y oportunidades pueden generarse?

Son vitales, el cambio climático es un desafío complejo, que no puede ser abordado sectorialmente. Es importante reconocer lo que está haciendo el otro y ver como se integran todas las iniciativas. Esto podría permitir identificar cuales son las brechas que existen y como podemos responder a ellas de manera integrada y colaborativa.

Si pudieses hacer un listado sobre las tres urgencias que debemos abordar como país. ¿Cuáles son?

Creo que es urgente la consideración del clima en la planificación y diseño urbano. Una planificación sensible al clima y abordar los problemas de inequidad socioambiental.

Reconociendo la importancia de los gobiernos locales, es importante transferir capacidades a estos, quienes son y serán responsables de implementar medidas de adaptación a nivel local. Además, estando más cerca de la ciudadanía pueden facilitar el involucramiento de los habitantes y sus necesarios cambios de comportamiento.

Y seguir reuniendo evidencia científica, que nos permita, por ejemplo, reconocer con mayor precisión a distintas escalas, el comportamiento del clima urbano y los efectos del cambio climático en la ciudad y a su vez, cuales son los factores explicativos y los escenarios futuros apara poder identificar estrategias.

¿Cuál es el aporte que entregará CR2 al grupo de cambio climático?

La posibilidad de integrar la evidencia científica a la toma de decisión, evidencia que se construye a partir de la convergencia y discusión de diferentes disciplinas.

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