Resiliencia y articulación social: el rol fundamental de la mujer en los desafíos medioambientales (Noticias U. de Chile)

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Investigadoras del Programa Transdisciplinario en Medio Ambiente de la Universidad de Chile (PROMA) enfatizan el trabajo de la mujer en el posicionamiento de los temas medioambientales en la agenda pública y en el debate en torno a una nueva Constitución, así como su papel en la resiliencia frente a los impactos del cambio climático y la degradación de los territorios. En el marco del Día Internacional de la Mujer, relevan además la necesidad de avanzar hacia un futuro más sustentable y equitativo también en la educación superior.

Por Estefanía Cortés Escobedo

La crisis climática demanda una transformación en la vinculación con nuestro entorno natural y en las estructuras sociales que fomentan la desigualdad entre los diversos grupos de la población afectados por la degradación de los territorios. En este contexto, académicas del Programa Transdisciplinario en Medio Ambiente de la Universidad de Chile (PROMA), iniciativa coordinada por la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo (VID) que busca contribuir a la creación de políticas públicas que fomenten el bienestar de las personas, la protección de la naturaleza y el desarrollo del país, relevan la importancia de incorporar la perspectiva de género en materias medioambientales.

Karla Yohannessen, jefa del Programa de Salud Ambiental y colaboradora del PROMA, especifica que las mujeres tienen un rol fundamental en la gestión y desarrollo desde un nivel local y global. “Hoy en día muchas mujeres son las que planifican y administran los recursos de sus hogares y toman decisiones que tienen impactos ambientales” señala.

Problemas como el acceso inequitativo a recursos esenciales como el agua o el cambio climático, difieren según el género, sostiene Paulina Aldunce, académica de la Facultad de Ciencias Agronómicas y colaboradora del PROMA, quien destacan que las mujeres, en términos de impactos ambientales, presentan mayor vulnerabilidad que los hombres, ya que tienen a su cargo dos partes importantes de la población: niños y adultos mayores. “Cualquier desastre natural termina impactándolas y ese impacto se multiplica a las otras dos porciones de la sociedad” destaca.

Pese a tener condiciones más desfavorables, las mujeres han sido un pilar fundamental en el posicionamiento de los temas medioambientales en la agenda pública, sobre todo en la organización y articulación de movimientos sociales que buscan una mayor protección del entorno. “Un ejemplo claro y actual, es el liderazgo de las mujeres en el caso de las zonas de sacrificio de Puchuncaví y Quintero”, indica Ximena Insunza, coordinadora académica del Programa de Magíster en Derecho Ambiental y parte del Comité Académico del PROMA.

Los temas medioambientales, en esta línea, han logrado instalarse como uno de los grandes desafíos de cara a la nueva Constitución, razón por la que Karla Yohannesen recalca el papel de las mujeres como agentes de cambio. El rol femenino en crisis medioambientales va más allá de posicionamientos políticos, y podría aportar a la resiliencia medioambiental según explica Aldunce. “Sí las mujeres tienen capacidad de respuesta y adaptación, también arrastran de manera positiva a niños y adultos mayores a que puedan responder mejor a la degradación ambiental o desastres naturales, por ejemplo. El rol local de las mujeres en vulnerabilidad es muy importante”, asegura.

Academia y brecha de género: un desafío institucional

La intersección entre medio ambiente y mujer está cruzada por un factor común: la desigualdad. Según el Servicio de Información de Educación Superior (SIES), el número de académicas en universidades estatales y públicas no estatales es sólo de 38 por ciento, cifra que evidencia la brecha de género en los planteles de educación superior. Situación que se agudiza en el avance de las carreras de investigación científica, donde existe una menor presencia de mujeres en puestos de liderazgo, fenómeno que ha sido denominado como “inequidad vertical”.

La profesora Insunza señala que hoy existen grandes exponentes mujeres de la Universidad de Chile en el área de investigación en medioambiente, las que no han sido visibilizadas como merecen. «Por ejemplo, en el ámbito del derecho, por regla general, se destaca con mayor facilidad la labor de los académicos (hombres) que de las académicas, aunque en el último tiempo eso ha ido cambiando» subraya.

La propuesta por parte de las académicas es clara y apunta a un trabajo integral e interdisciplinario. “El desarrollo de una fuerza colectiva entre mujeres y hombres es fundamental para abordar los desafíos, identificar soluciones y lograr cambios, en especial si se trata de influir en la toma de decisiones que afectarán nuestro medio ambiente”, manifiesta Yohannessen.

Finalmente, más allá de visibilizar, las expertas señalan que son necesarios cambios estructurales. “Se requiere una política que fomente y compatibilice los distintos roles que las mujeres detentan en la sociedad. La pandemia nos ha mostrado con crudeza la brecha que persiste y que ha impactado mayormente en la productividad de las académicas o en su salud mental” comenta la integrante del Comité Académico del PROMA.

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