Rodrigo Seguel y efecto de la pandemia: “Los gases de efecto invernadero permanecen años en la atmósfera (CNN Chile)

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Pese a la disminución del dióxido de nitrógeno (NO2) producto del aislamiento social en todo el mundo por el COVID-19, el investigador del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia advierte que hay que tener cuidado con confundir lo que esto realmente significa para la disminución del calentamiento global.

 

Con el aislamiento social y las cuarentenas decretadas en casi todo el mundo a raíz de la expansión del nuevo coronavirus, se ha observado una drástica disminución de las emisiones contaminantes.  A simple vista suena alentador y genera esperanzas para la lucha climática que venía tomando fuerza antes de la pandemia.

¿Es esto realmente significativo en términos medioambientales? Para conocer el verdadero impacto que la baja en la actividad humana en el mundo ha tenido en el ambiente, Paloma Ávila conversó con Rodrigo Seguel, investigador Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia.

Impresionantes imágenes satelitales difundidas por la NASA muestran cómo algunos gases contaminantes prácticamente desaparecieron sobre China, Italia y otras regiones del planeta donde los humanos se guardaron en sus casas para frenar los contagios por el coronavirus SARS-CoV-2.

Sin embargo, Seguel advierte que hay que tener cuidado con confundir lo que esto realmente significa para la disminución del calentamiento global, que es el principal responsable del cambio climático: “Una manera es pensar en el tiempo de residencia de estos componentes, es decir, cuánto permanecen en la atmósfera. Eso ayuda un poco a entender y a diferenciar los efectos”.

Las populares imágenes de la NASA lo que muestran es la disminución del dióxido de nitrógeno (NO2), que es un gas contaminante con un tiempo de vida corto, a diferencia del dióxido de carbono (CO2). Esto significa que el NO2 permanece entre día y semanas en la atmósfera. Pero “los gases de efecto invernadero en general permanecen años en la atmósfera, incluso décadas y siglos”.

El NO2 es emitido principalmente por los medios de transporte, explica Seguel, por lo que una inmediata disminución en la circulación de vehículos se refleja también muy rápido en las imágenes como las difundidas por la NASA. Estas emisiones generan daños respiratorios en las personas y es el gas que más hay en los cielos de Santiago.

El NO2 no es un gas de efecto invernadero, es un contaminante local que afecta a la salud. Hay otra especie química que es el óxido nitroso, que se parece en el nombre pero tiene una fórmula química distinta, y proviene del uso de fertilizantes de forma masiva en la agricultura. El óxido nitroso tiene un tiempo de vida mucho mayor, y ahí es cuando empezamos a hablar de gases de efecto invernadero“, aclara.

Los gases de efecto invernadero que hoy producen el calentamiento global son gases que la humanidad está emitiendo hoy, pero que también lo integran gases emitidos hace décadas, comenta el experto. Por ello, resalta la importancia de reducir cuanto antes estos contaminantes. “Tenemos que disminuir nuestras emisiones durante toda la década, hacernos cargo de que estas especies duran mucho tiempo“, dice el investigador del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia.

Aunque la baja en las emisiones debido al cese masivo de actividades en todo el mundo por el coronavirus son importantes y contribuyen a dar cierto respiro al planeta, no son suficientes para tener un resultado significativo. “Dejar de emitir gases por el periodo de una semana, un mes incluso un año, no son tan relevantes en términos de impacto en el cambio climático porque viven mucho tiempo los gases”, añade.

Al respecto, añade que “en términos de salud, las ciudades que estaban muy saturadas se van a ver beneficiadas en este ámbito, pero si miras el impacto en el cambio climático, para eso nos falta mucho”.

Para finalizar, hizo un llamado a la ciudadanía a tomar conciencia de la importancia de acciones individuales y colectivas en favor del medioambiente: “Si queremos enfrentar de buena forma el cambio climático no solo tiene que pensarse desde el punto tecnológico o de la innovación, también tiene que incorporar la conducta y valores de las personas, incluso las mismas formas que hemos elegido de gobernanza”.

Revisa la entrevista en CNN Chile.