¿Se acabó el invierno? Temperaturas sobre 30°C en el norte y no hay lluvias en el horizonte en Santiago (La Tercera)

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Falta de precipitaciones, altas temperaturas y una megasequía que cumple 10 años, están modificado la estación más cruda del año, que tal como lo pronosticó el cambio climático, cada vez se hace más corta.

Por Carlos Montes

Las estadísticas lo avalan. La estación de invierno, del 21 de junio al 21 de septiembre, como lo conocemos hasta hoy, en los últimos años ha cambiado radicalmente. Está irreconocible. Registros meteorológicos en Chile confirman que la megasequía que azota a la zona norte y central del país ya se extiende por una década, la más larga desde que hay registros pluviométricos confiables en el país

En julio, la situación ya se visualizaba dramática en la zona central. En Santiago, solo se registraron 13,22 milímetros de lluvia, uno de los meses de julio más secos de los últimos 50 años. Lo normal es 75,9 mm, y a la fecha en todo el año solo ha caído 66,6 mm, lo que representa un déficit de 72% anual.

En agosto la situación no mejora, ya que no hay precipitaciones pronosticadas para los próximos diez días según proyecciones de la Dirección Meteorológica de Chile, y para fines de agosto y septiembre, solo se proyectan algunas gotas, según portales internacionales. ¿Se acabó el invierno?

La megasequía ha afectado principalmente a la zona central del país.

Arnaldo Zúñiga, meteorólogo de la Dirección Meteorológica de Chile, señala que la proyección estacional de lluvia para la zona central está por debajo de lo normal, “es decir, otro invierno en el que quedaremos al debe con la lluvia. No se ven sistemas frontales activos, será más seco que lo que señala la proyección trimestral, que abarca invierno y primavera. Los sistemas frontales han disminuido, debido a que el anticiclón está mucho más activo”.

René Garreaud, subdirector del Centro de Ciencia del Clima y Resiliencia (CR)2 y académico del Departamento de Geofísica de la U. de Chile, señala que aún es pronto para hablar del fin del invierno. “Si uno ve la estadística, se producen precipitaciones desde mayo a septiembre, por lo tanto, todavía hay esperanzas de que pase. Si bien hay síntomas, como altas temperaturas, un invierno seco y este año casi no han llegado frentes a la zona central, aún puede haber perturbaciones”.

Pero aclara, “lamentablemente este año, la probabilidad de que ocurra es baja. En septiembre y octubre, generalmente llueve poco. Pero igual puede pasar. En forma inusual, uno puede tener una extensión del invierno, no en temperaturas, en precipitaciones”.

Megasequía: 10 años

Garreaud y su equipo, establecen que el fenómeno meteorológico cumple una década en Chile. “Se cumplen diez años de la megasequía. Eso si, todavía el invierno no termina, hay que ser cautos. Tal como vamos, a diferencia de años anteriores, donde el déficit rodea el 30%, este año estamos en un 70%. Todo indica que este año terminará con al menos un 50%. Es un año mucho más seco que los anteriores”, establece.

Las temperaturas en Copiapó han superado los 32°C en pleno invierno.

Jorge Green, ingeniero en ejecución medioambiental y jefe de la carrera de Medio Ambiente del IMDA (Instituto del Medio Ambiente), señala que “las  características del clima en invierno están cambiando producto principalmente del cambio climático, y eso es preocupante dado que varios de los indicadores establecen cambios en las características del clima en invierno”.

Con respecto a las causas, existen dos tipos. “Unas son naturales, y están asociadas al calentamiento de cierto sector del Océano Pacífico, que está influyendo en nuestro clima. Esta causa natural es oscilante y uno tiene la esperanza de que podría revertirse. Por otro lado,  una componente asociada al cambio climático, que está para quedarse. Aunque se revierta la componente natural, la asociada al cambio climático, se mantiene. No vamos a llegar a los años 80 y 90, donde llovía copiosamente en la zona central”, añade Garreaud.

En Santiago se notan efectos de la megasequía. FOTO: LEONARDO RUBILAR/AGENCIAUNO

La Dirección General de Aguas (DGA), es la encargada de establecer decretos por escasez hídrica, que tienen como objetivo proveer determinadas herramientas a usuarios de agua en el país, y reducir los daño derivados de la sequía. En 2016 se decretaron ocho, en 2017 subieron a 10, en 2018 el número llegó a 11 y en 2019 ya van siete, por lo que muy probablemente se vuelva a romper el récord.

La estación de invierno, debido a los fenómenos meteorológicos señalados, ha perdido su extensión, tal como han previsto las proyecciones producto del cambio climático. “La estación se ha acortado, la vegetación por ejemplo está reaccionando antes de tiempo. Hay árboles, como los aromos, que ya están floreciendo. Eso es una señal de que las temperaturas están más altas, hay todo un proceso de acumulación de calor para la germinación de las plantas. La naturaleza muchas veces habla y es muy sabia, y va de la mano con lo que está ocurriendo”, añade Zúñiga.

“La zona con la sequía más prolongado es la zona centro sur, entre el Maule y Biobío. En esa zona, aunque hay un déficit del 30%, todavía hay mucha agua. Temas agrícolas y de población todavía no se ven tan afectados. La megasquía ha abarcado desde Coquimbo hasta la Araucanía, es la zona macro, dentro de eso, la zona con el déficit más persistente, ha sido el Maule y Biobío. Sin embargo, en milímetros, la zona de Coquimbo, Valparaíso y Santiago, son más afectadas. En términos de promedio, el Maule, Ñuble y Biobío”, argumenta el profesional del (CR)2.

Las altas temperatuas incentivan algunos sectores del comercio.

Green establece que “nos estamos enfrentando a un escenario muy adverso en donde los eventos climáticos están en una constante modificación, lo que se refleja en disminución de lluvias en determinadas zonas del país y fenómenos más recurrentes en otros lugares. Gracias al cambio climático, las características climáticas de las estaciones se han ido modificando y por ende la delimitación de verano, otoño, invierno y primavera cada vez están menos marcada en cuanto a sus comportamientos climáticos”.

Lunes y martes: altas temperaturas

El fenómeno de escasez y falta de lluvias, sumado al calor poco habitual para esta época del año, ha vivido un peak en el inicio de esta semana. Durante la jornada de ayer, lo que también se espera para hoy, los termómetros han marcado temperaturas muy altas, cercanas a récords históricos en el país.

“La tendencia de temperaturas altas en la zona central y gran parte del país, si revisamos el histórico de temperaturas máximas, van en aumento. No son aumentos groseros, pero si hay una tendencia al incremento“, dice Zuñiga.

La megasquía cumple diez años en Chile. Crédito: AP

“Creo que ya existe un consenso a nivel mundial,  que los problemas planetarios producto de la mala relación del ser humano con la naturaleza, como deforestación, pérdida de suelos, pérdida de biodiversidad, destrucción de la capa de ozono, contaminación de aire, agua y suelo, generación de gases efecto invernadero, y por supuesto el cambio climático, están generando notables cambios en el planeta, y eso es una mala noticia para Chile y el mundo”, señala Greene.

“Hoy esperamos en la Estación Quinta Normal, entre 26°C y 27°C, pero en la periferia de la Región Metropolitana, quizás superemos los 28°C. Esto no es normal, aunque hay que aclarar que se ha dado en otras ocasiones. En 1973 y 2014 alcanzamos temperaturas de 31°C”, señala Zúñiga.

Los eventos climáticos son más frecuentes y extremos, “y nos están afectando con graves sequías y lluvias intensas, y  por otro lado, no es irracional pensar que para nuestro país las estaciones del tiempo tal como las describimos ahora en un futuro solo estarán descritas en los libros de historia”, explica Greene.

El fenómeno se repite en el norte de Chile. “Ayer en Atacama (Santa Juana), el registro fue de 32,8°C, mientras que en Huasco 30,7°C. Hoy se esperan temperaturas similares, y hacia el sur, hasta la Región de O’Higgns podemos bordear los 28°C”, añade el meteorólogo de la DMC.

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