El 10 de junio cambiaron las condiciones atmosféricas en gran parte de Chile. La lluvia volvió a la zona centro y las heladas se instalaron sobre la Patagonia. Este miércoles se registró la madrugada más fría en lo que va del invierno en Magallanes continental.
Por Alejandro Sepúlveda
El 10 de junio de 2020 cambiaron las condiciones del tiempo en la zona central de Chile. A partir de ese día, una serie de sistemas frontales se han sucedido aportando lluvias en los valles y en la costa, nieve en la cordillera y la precordillera, e incluso, tormentas eléctricas debido a la inestabilidad asociada a estos fenómenos naturales.
Todo lo anterior ha determinado que estos meses se transformen en los junio y julio más lluviosos de Santiago en 15 y 14 años, respectivamente. Un alivio ante la mega sequía que persiste sumando ya el duodécimo año consecutivo.
Mientras eso ocurre en el centro del país, las heladas no han tenido piedad con la Patagonia y, especialmente con Magallanes continental. Tanto así que este miércoles 22 de julio se marcó la mínima más fría en lo que va del año, según datos de la Dirección Meteorológica, con -16,6° Celsius en Villa Tehuelche, comuna de Bahía Blanca, unos 100 kilómetros al norte de Punta Arenas, ciudad cuya mínima alcanzó -10,5°.
Las lluvias en el centro y las bajísimas temperaturas en el sur están relacionadas. ¿Cómo? Porque sobre la Patagonia se instalaron las “altas presiones”, afirma el climatólogo de la Universidad de Santiago, Raúl Cordero.
¿Qué tiene que ver el frío con las lluvias?
El hecho es que esa alta presión impide el paso de los sistemas frontales (bajas presiones), que son los que aportan la mayor cantidad de lluvias, “entre el extremo sur del país y la península Antártica”, detalla Raúl Cordero.
Por lo tanto, con el camino bloqueado, los sistemas frontales han debido desviar su ruta hacia el centro de Chile con las lluvias que se han sucedido en los meses recientes.
Coincide con esto el investigador del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia, CR2, de la Universidad de Chile, Roberto Rondanelli, quien explica que “tenemos una alta presión de bloqueo en la zona Antártica. Ese bloqueo está muy fortalecido”.
Lo anterior explica las heladas en la Patagonia, pero no sólo por eso llueve en la zona central, porque hay otros factores que generan las tormentas.
Según Rondanelli, uno de esos factores se relaciona con “la Oscilación de Madden Julian (MJO) que se encuentra en la fase correcta (fase 1) para que se produzcan precipitaciones en el centro-norte de Chile”.
La Oscilación de Madden Julian (MJO) es perturbación en el Océano Pacífico central, cuyos efectos se hacen notar tanto en el océano como en la atmósfera. Esta pasa por fases, pues unas favorecen y otras no la generación de tormentas.
Esas tormentas pueden moverse hacia la zona central del país debido a este “bloqueo en la ruta” instalado sobre la Patagonia, el mismo que aporta aire polar y que acusan con las bajísimas temperaturas en las regiones de Aysén y Magallanes.
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