Los Servicios Ecosistémicos (ES por sus siglas en inglés), tales como la provisión de agua, la regulación del clima a través de la captura de carbono, así como las condiciones para el turismo, son fundamentales para el desarrollo económico y el bienestar social (Millennium Ecosystem Assessment, 2005) El valor total de estos servicios se ha estimado en 33 billones de dólares al año (Costanza et al, 1997).
La provisión de Servicios Ecosistémicos depende de la estructura, los procesos y el estado de conservación de los ecosistemas y se reduce con la degradación o los cambios en el uso del suelo. De este modo, la disminución del caudal de los ríos en las cuencas hidrográficas, por las cubiertas de plantaciones forestales, en comparación con otros usos del suelo, es un patrón en todo el mundo (Farley et al., 2005).
En Chile, la rápida y extensiva conversión de los bosques nativos a plantaciones con Pinus radiata y Eucalyptus spp para fines comerciales, así como la conversión de la agricultura han sido los principales cambios de uso del suelo en el sur de Chile (Echeverría et al., 2006, Lara y Urrutia, Centro y 2010). La pérdida de los ES en diferentes regiones del mundo, pueden ser explicados porque no ha existido una adecuada cuantificación y, en la mayoría de los casos, carecen de un precio de mercado y que no han sido considerados en la política y la toma de decisiones (Costanza et al., 1997; Nahuelhual et al, 2007, Lucke 2008).