Nunca, desde que se tienen registros, la Tierra había estado tan caliente como este año 2023. Por eso, el verano que comienza en Chile tiene en alerta a la comunidad científica por los impactos que el calor extremo sobre la salud de las personas y el riesgo de incendios forestales.
En este contexto, al investigar los orígenes de las olas de calor en Chile, especialistas señalan la viento de montaña conocido popularmente como puelche y eso podría estar detrás de las cada vez más frecuentes temperaturas extremas en los valles de Chile.
El Puelche recorre desde Argentina por el Montañas de los Andes y llega a los valles chilenos donde se calienta aún más a medida que desciende.
Pero en un contexto de cambio climático donde el aire global ya es más cálido, esto genera eventos más calientes.
“Si el propio Puelche hubiera ocurrido en los años 80, habría producido una ola de calor de 35 grados. Pero en 2023 o 2024, La ola de calor será más intensa. Debido a que el aire actual está a una temperatura más alta, el cambio climático está provocando que las olas de calor sean más largas, más intensas y más frecuentes”, explica René Garreaud, director del Centro para la Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2). .
Impactos del calor
Un estudio reciente en el que participaron investigadores de CR2, concluyeron que las olas de calor en Chile han aumentado desde los años 80 y seguirán en esa tendencia, especialmente en épocas de megasequía.
Las olas de calor más frecuentes afectan tanto a los Andes del norte de Chile como a los Patagonia y el extremo sur, pero la zona del país donde más se nota este fenómeno es el valle central sur del país que coincide con la zona donde temperaturas más altas del verano.
Uno de los riesgos más peligrosos de las olas de calor son incendios forestales los cuales ya causaron estragos en la zona central del país en febrero de 2017 y 2023, por lo que investigadores resaltan la importancia de centrar los esfuerzos de prevención de incendios en ese sector.
Y los ecosistemas que no se incendian directamente todavía sienten los efectos del calor.
Álvaro González Reyes, uno de los investigadores del estudio y académico de la Universidad Austral de Chile, explica que la vegetación de los bosques patagónicos y la selva valdiviana Requieren abundante agua y temperaturas moderadas, por lo que pueden verse gravemente afectadas por el calor persistente.
Esto también tiene un efecto en la cuerpos de agua Todavía poco estudiado, ya que el calor aumenta la transpiración de los bosques, por lo que el agua captada del suelo por la vegetación se evapora a la atmósfera. | Leer en News Euro.