La fusión del granizo con la llamada agua sobreenfriada, hizo cubrir de blanco la capital.
Por F. Suárez – A. Diéguez – J. Nuñez
La ilusión de algunos santiaguinos que madrugaron y abrieron las cortinas para ver si había nieve, se esfumó cuando sOlo encontraron pasto mojado y algo de la típica escarcha de las heladas invernales.
Pero esa desilusión mañanera cambió durante la tarde, cuando pasadas las 15.30 cayó una especia de nieve opaca y granulada en las comunas de Providencia, Renca, Las Condes y Quilicura, entre otras.
Ante la extraña apariencia de estos gránulos de color blanco grisáceo y derretimiento veloz, a muchos capitalinos les quedó la duda de si vieron nieve o granizos. “No fueron copos de nieve, ni granizo”, afirma Roberto Rondanelli, doctor en Ciencias Atmosféricas del Massachusetts Institute of Technology e investigador del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2 de la U. de Chile. “Fue graupel”, sentencia seco.
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