Preocupación por los bosques y el agua es el foco de conferencia en la Uach (Diario Austral)

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Hasta este jueves se desarrollará la cumbre que reúne a expertos de varios países para promover el desarrollo sustentable. Uno de los charlistas abordó el cambio climático.

Por Pablo Quintana

Promover el trabajo científico para apoyar el desarrollo sustentable de la silvicultura, los recursos hídricos y los ecosistemas acuáticos, a la luz de la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sustentable, es uno de los objetivos de la quinta Conferencia Conjunta de Bosques y Agua 2018, que reúne hasta este jueves 8 de noviembre a expertos de varios países en la Universidad Austral de Chile.

Una de las charlas magistrales de la actividad -organizada por el Instituto Forestal (Infor), la UACh y la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal (IUFRO)- fue la que ayer ofreció el doctor Juan Pablo Boisier, investigador a tiempo completo en el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia, en la cual mostró que las prolongadas sequías y la disminución de las lluvias en la zona centro sur del país son indicios de la existencia del cambio climático, y se deben en parte a la acción humana.

«Abarcamos un territorio que comprende entre los paralelos 30 y 48 de latitud sur (aproximadamente, las regiones de Coquimbo y Aysén), y en base a resultados recientes, que contrastamos con muchas simulaciones globales, detectamos que efectivamente hay un descenso muy significativo de las precipitaciones, lo que ha derivado en una megasequía. ¿A qué se debe esto? A dos señales originadas por la actividad antrópica: el aumento de los gases de efecto invernadero y el adelgazamiento de la capa de ozono estratosférico», explicó.

Reversión a largo plazo

Boisier indicó que tras la entrada en vigor del Protocolo de Montreal (1987) para la protección de dicha capa, la debilitación de ésta alcanzó el máximo hacia principios de la primera década del siglo XXI, y ya se está recuperando. «Aún sigue muy delgada y los niveles históricos se podrían recobrar a mediados, o incluso fines, de este siglo. Pero es una tendencia real», aseguró.

A pesar de este importante hallazgo, aún subsiste el problema de los gases de efecto invernadero, cuya emisión continúa creciendo. «La idea es que también disminuyamos la concentración de estos gases, pero la verdad es que estamos en un máximo de emisiones. Para revertir esta situación, tenemos primeramente que llegar a un techo y después, hay que empezar a bajar esas emisiones y eventualmente llegar a cero. Se supone que para no tener impactos globales a gran escala, habría que alcanzar ese cero en torno a 2050. Pero aún no llegamos al tope», advirtió.

«mala suerte»

Juan Pablo Boisier expresó que dentro de este panorama generado parcialmente por el hombre, la naturaleza también ha contribuido negativamente en la sequía y pocas lluvias. «Hemos tenido muy mala suerte, porque hay un factor natural que ha incidido en estos fenómenos, que es el cambio en la fase de la oscilación decadal del Pacífico, que son fluctuaciones climáticas a corto plazo», dijo.

Conferencia

La doctora Irena Creed estuvo a cargo de dictar la charla magistral inaugural de la conferencia, el lunes. La directora ejecutiva de la Escuela de Medio Ambiente y Sostenibilidad de la Universidad de Saskatchewan (Canadá), sostuvo que los bosques son claves para resolver los problemas de disponibilidad de agua, y si bien es muy importante la labor de las gobernanzas, sin la participación de la comunidad no se producirá ningún cambio; además, puso de relieve la relevancia de tener conocimiento sobre las características de los bosques naturales y manejados, entre otros temas.

La actividad congrega dos reuniones científicas, el segundo Congreso Latinoamericano Bosques y Agua y la quinta Conferencia sobre Bosques y Agua en un Entorno Cambiante de la IUFRO.

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