Ciclones tropicales reducen su velocidad y aumentan el daño (El Mercurio)

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Estos fenómenos meteorológicos son propios de zonas cálidas, pero hace un mes se registró uno frente a Chile sin llegar a la costa.

Por Richard García

El cambio climático podría traer un invitado indeseable a las costas de Chile: los ciclones tropicales. Estos, según su fuerza, pueden llegar a transformarse en huracanes.

Como se trata de un fenómeno asociado a zonas más cálidas y de la que estábamos a salvo por las bajas temperaturas superficiales del Pacífico Sur, resultaba muy poco probable su ocurrencia, pero entre el 30 de abril y el 4 de mayo se formó uno en el Pacífico, a unos 200 kilómetros al este de Rapa Nui.

“Esta formación reciente no entendemos bien si corresponde a casos aislados que no detectábamos porque no teníamos satélites o si son eventos nuevos que están ocurriendo ahora, de los cuales no teníamos conocimiento”, reconoce Roberto Rondanelli, climatólogo del Centro de Ciencia del Clima y Resiliencia (CR2).

Si uno de ellos persistiera y pasara a la categoría de huracán, sería lo peor que nos podría pasar en términos meteorológicos, admite.

Y su impacto es aún mayor si pasa lento. Un estudio que publicó ayer Nature Communications revela que en los últimos 70 años el desplazamiento de los ciclones tropicales se ha ralentizado en 10%, en promedio, en ambos hemisferios y en todas las cuencas oceánicas, excepto en el norte del Índico.

Cuanto más tiempo se mantienen en un lugar, las inundaciones resultantes son de mayor magnitud. “El potencial de un huracán de hacer converger vapor de agua y formar precipitaciones es muy grande, mucho mayor que un frente frío o cualquier otra cosa que conozcamos. Su velocidad de traslación es un parámetro muy importante para entender el daño que pueden producir”, indica.

El estudio sugiere que el calentamiento global puede modificar la circulación del aire en la atmósfera, el principal factor que determina la velocidad y la dirección de estas tormentas. Es así como esta ralentización ha ocurrido durante un período en que el planeta se ha calentado 0,5 grados centígrados. No está claro cuánto más se reducirá su velocidad de desplazamiento si el calentamiento continúa.

“Los ciclones tropicales que tocan tierra se han ralentizado un 20% en el Atlántico, un 30% en el noroeste del Pacífico y un 19% en la región de Australia”, detalló James Kossin, investigador de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos (NOAA) y uno de los autores de la investigación.

El calentamiento global provoca que se acumule una mayor cantidad de vapor de agua en la atmósfera, por lo que un aumento medio de 1 grado centígrado de la temperatura, unido a una ralentización del 10% de la velocidad de los ciclones, puede doblar la cantidad de lluvias en una región, calcula Kossin.

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