En pleno proceso de Consulta pública se encuentra el anteproyecto de Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC), que hasta el próximo 11 de abril recibirá observaciones. La propuesta, elaborada por el Ministerio del Medio Ambiente, se enfoca en la ejecución de planes sectoriales; el trabajo de los gobiernos regionales y comunales; la Transición Socioecológica Justa; y la reducción de las emisiones de metano, entre otros compromisos para enfrentar el cambio climático. Si bien esta actualización aborda materias contingentes, como el transporte público eléctrico, se debilita en algunos puntos, según voces de la academia y el sector privado. En un conversatorio organizado por País Circular y el programa Transforma Cambio Climático de Corfo, debatieron sobre estos temas Andrés Pica, jefe de la División de Cambio Climático del MMA; Anahí Urquiza, directora de Innovación de la U. de Chile; y María Teresa Ruiz-Tagle, directora ejecutiva de CLG-Chile, Líderes Empresariales por el Cambio Climático.
El Ministerio del Medio Ambiente (MMA), a través de la División de Cambio Climático, lidera el proceso de actualización de la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC), que debe realizarse cada 5 años, de acuerdo a los compromisos asumidos por Chile ante la Convención Marco de Cambio Climático y el Acuerdo de París.
Bajo las directrices de la Ley Marco de Cambio Climático (LMCC), se reconoce a la NDC como un instrumento de gestión del cambio climático con un procedimiento de actualización establecido y contenidos mínimos determinados. En ese sentido, el reglamento procedimental establece 5 etapas para la elaboración de las NDC: Inicio del procedimiento, Elaboración anteproyecto, Consulta pública, Proyecto definitivo y Finalización del procedimiento.
Hoy, la NDC se encuentra en la etapa de Consulta pública, en la que el anteproyecto se presenta a la ciudadanía, con plazo hasta el próximo 11 de abril para recibir observaciones.
En este contexto, País Circular en conjunto con el programa Transforma Cambio Climático de Corfo, realizó el seminario web “Actualización de la NDC 2025, una conversación necesaria”, en el que participaron Andrés Pica, jefe de la División de Cambio Climático del Ministerio del Medio Ambiente; Anahí Urquiza, profesora, antropóloga social, investigadora del centro Cr2 y directora de Innovación de la Universidad de Chile; y María Teresa Ruiz-Tagle, directora ejecutiva de CLG-Chile, Líderes Empresariales por el Cambio Climático.
El webinar, moderado por el exministro del Medio Ambiente y cofundador de País Circular, Pablo Badenier, comenzó con la intervención de Andrés Pica, quien destacó que “el trabajo que hace Chile es de continuidad. Nuestra estructura de documento de la NDC es prácticamente idéntica a la anterior. Lo que cambia es el componente subnacional, que tiene que ver con que tenemos ciclos de ambición. No podemos retroceder en elementos, tenemos que ir aumentando la ambición en el proceso. Y en ese sentido, esta NDC cumple con eso y pone en valor lo que se está haciendo en Chile”.
Según explicó el jefe de la División de Cambio Climático del MMA, la Contribución Determinada a Nivel Nacional es un documento de “alrededor de 40 páginas, que establece compromisos estratégicos y le cuenta al mundo cuál es el aporte de Chile a la lucha contra el cambio climático”.
“Ya teníamos un presupuesto de carbono definido al 2020-2030 en términos de reducir nuestras emisiones. La meta al 2030 se mantiene y la meta al 2035 es nueva y más ambiciosa. Se enfatizan los planes sectoriales de mitigación, que son los responsables de gestionar el presupuesto de carbono. Se elaboraron todos el año pasado y, básicamente, al 2030 van a cumplir con el presupuesto de carbono que se definió en la NDC anterior. Por eso ampliamos la ambición al 2035. Y así también en metas de metano y otros forzantes climáticos de vida corta, con foco en la valorización de los residuos orgánicos para reducir las emisiones”, detalló Andrés Pica sobre los desafíos planteados.
“Tenemos también los 12 planes sectoriales de adaptación, que ya están elaborados. A nivel internacional se habla de las metas globales de adaptación y ahí tenemos metas globales para cinco elementos: biodiversidad, salud, infraestructura, seguridad hídrica y seguridad alimentaria”, agregó el panelista.
“Y a nivel subnacional, tenemos los planes de acción regional y planes de acción comunal, que son elementos súper importantes y particulares de Chile. No tenemos conocimiento de ningún otro país que tenga mandatado por ley la obligación de que todo el nivel subnacional tenga que tener un plan de acción climático”, indicó Andrés Pica, destacando los planes regionales de reducción de riesgo de desastre y los planes estratégicos de gestión de cuencas para los recursos hídricos, entre otros.
“Nuestra NDC se destaca en general por ser bastante fácil de seguir. Se puede discutir el nivel de ambición, pero en general la NDC de Chile tiene un buen nivel de reportabilidad y es fácil saber si cumple o no. Y esa es una particularidad de nuestro compromiso que no todos los países tienen. Además, este anteproyecto cumple con los objetivos que plantea la COP 30, que es llegar con un foco en la acción”.
“En resumen, esta NDC busca pasar a la implementación. Lo que compromete en concreto es que los gobiernos regionales pasan a ser parte clave de nuestra NDC; incluye un fortalecimiento del pilar social a través de la Estrategia Nacional de Transición Socioecológica Justa; Chile se compromete a una meta de mitigación de metano con un foco principal en el tratamiento y valorización de residuos orgánicos; y esta NDC también pone en movimiento el financiamiento climático”, señaló Andrés Pica.
Desafíos desde la ciencia
Tras la intervención de Andrés Pica, fue el turno de Anahí Urquiza, directora de Innovación de la Universidad de Chile, quien comenzó destacando que Chile tiene un liderazgo y una posición respetada en temas de cambio climático, incluso, siendo inspiración para otros países. Sin embargo, respecto a la actualización de la NDC, subrayó algunos puntos que podrían mejorar, ya sea en esta vuelta, o bien, en la próxima actualización del instrumento.
“Uno es el tema de los indicadores para monitorear. Creo que nos falta, todavía estamos en una versión muy declarativa de nuestros compromisos, con pocas posibilidades de ir efectivamente demostrando los avances que tenemos. En algunos ámbitos hay más posibilidades, porque hay indicadores de más tiempo, como en las emisiones. Pero en otros, que involucran sistemas más complejos, como los ecosistemas o las dimensiones sociales, estamos muy atrás. Necesitamos construir mejores líneas base, mejores indicadores que nos permitan hacer un seguimiento de que en verdad lo que estamos haciendo es un avance en nuestro compromiso con la resiliencia frente al cambio climático”, comentó la académica.
“Así que ahí hay un ámbito en que podríamos trabajar y me hago cargo del desafío de la articulación con la ciencia. O sea, en el mundo científico hemos ido avanzando en indicadores de diferente tipo para poder observar, por ejemplo, seguridad hídrica o los indicadores de resiliencia. Hay una serie de esfuerzos que hemos ido haciendo, pero quizás tenemos que preocuparnos de que estén mejor conectados con la toma de decisiones. Y eso no es nada fácil, ni para nosotros en las universidades, ni para quienes están en el Estado, porque son lógicas que son muy distintas y nos cuesta construir esos puentes”, recalcó la investigadora del Centro de Ciencias del Clima y la Resiliencia (Cr2).
“Otra preocupación tiene que ver con el tema de la captura. Parte de nuestros compromisos están relacionados con la captura de carbono a partir del sector forestal y ahí hay bastante cuestionamiento desde el ámbito científico. Éste es un tema que necesitamos fortalecer, porque precisamente nuestra carbono neutralidad depende de eso. Por un lado, es una buena noticia que tengamos la posibilidad de capturar y que podamos tener la oportunidad de cuidar nuestros ecosistemas. Incluso, nuestro país podría ser, en una mirada de largo plazo, algún tipo de refugio climático, si lográramos realmente invertir suficientemente en los diferentes ámbitos de conservación, restaurando ecosistemas y vinculándolo a la economía”, argumentó Anahí Urquiza.
“Por ejemplo, lo que se está trabajando con capital natural es súper interesante y realmente tenemos una gran oportunidad ahí. Pero para eso nos tenemos que tomar en serio el tema de la captura e incorporar la evidencia científica que hay en esas dimensiones, abordar el tema forestal de otra manera, y ahí diría que tenemos la brecha más grande”, apuntó la antropóloga social.
Pendientes desde el sector privado
Respecto a la participación del mundo privado, María Teresa Ruiz-Tagle, como directora ejecutiva de CLG-Chile, resaltó que “la NDC es un instrumento sumamente poderoso y a nosotros, Líderes Empresariales por la Acción Climática, que buscamos participar en política pública climática, nos marca la hoja de ruta con respecto a lo que va a ser el desarrollo del país y la posibilidad de futuras inversiones”.
En ese contexto, la economista se refirió a la etapa temprana de la NDC, en la que, como parte de CLG-Chile, entregaron al Comité de Carbono Neutralidad y Resiliencia una serie de propuestas que involucraban al sector privado, en el corto y mediano plazo.
“Hay propuestas concretas con respecto a la resiliencia en las ciudades que de alguna manera sí fueron consideradas. Después, hay un tema con respecto a industrias bajas en carbono. Y si bien hay cierta mención a empujar las industrias bajas en carbono, creo que ahí la NDC se queda un poco corta y debe profundizar en situaciones más concretas”, subrayó María Teresa Ruiz-Tagle.
“Con respecto al aumento de captura de carbono en el sector forestal, sí se menciona. Y en temas de seguridad hídrica también hay avances importantes. Pero creo que la aceleración del transporte público eléctrico es algo que no está profundizado. Fue una propuesta que ya existe, hay un grado de penetración importante, sobre todo en la Región Metropolitana, en cuanto al transporte público eléctrico. Pero en el comité fuimos muy enfáticos en fomentar esto con mayor ahínco, en ponerle metas más concretas al más corto plazo”, señaló la directora ejecutiva de CLG-Chile.
“Tampoco veo ninguna mención al impuesto al carbono, que es el instrumento de política fiscal para dar las señales de mercado correctas para incentivar y direccionar la inversión verde. No se hace mención en la NDC al principal instrumento económico en esta materia y creo que esa omisión es muy relevante. Porque no solo el Comité de Carbono Neutralidad y Resiliencia lo menciona en sus propuestas, sino también el informe económico de la OCDE de Chile 2025”, expresó la Dra. en Economía Ambiental y Urbana.
“Por otro lado y, particularmente nosotros que representamos la voz del sector privado, que queremos participar en política pública climática, vemos que el rol del sector privado en la actualización de NDC, es muy poco. Creo que nos deberían dar más responsabilidades, más espacio. Claramente, no vamos a solucionar el problema sin el involucramiento del sector privado, lo necesitamos fehacientemente e insisto, el llamado al Comité de Carbono Neutralidad y Resiliencia tuvo un foco muy específico en cómo involucrar al sector privado en la acción climática, en los compromisos. Y si revisamos las propuestas, todas tienen elementos de involucramiento y eso no lo vemos reflejado en la propuesta de NDC”, aseguró María Teresa Ruiz-Tagle.
Reflexiones finales
Tras una ronda de preguntas, el webinar culminó con reflexiones de los panelistas invitados. Primero fue el turno de Andrés Pica, quien aclaró que el seguimiento de las NDC se realiza a través de los Informes Bienales de Transparencia, que están disponibles al público en la página de Cambio Climático del Ministerio del Ambiente. Además, invitó a todos quienes tengan observaciones, tanto de la sociedad civil como del mundo privado, a participar del proceso de la Consulta pública.
“Es súper importante que si tienen comentarios de temas que se nos olvidaron o si creen que estamos en el camino incorrecto, por favor háganlo llegar a través de la plataforma, porque es la única manera en que podemos tomarlo como elemento para mejorar el proyecto definitivo. Tenemos la obligación de responder a cada una de sus consultas”, indicó el jefe de División de Cambio Climático del MMA.
“A propósito de la falta de claridad del sector privado, lo veo súper presente porque todas las acciones que vamos a hacer tienen principalmente una acción del sector privado. Si estamos hablando de que haremos más valorización de residuos orgánicos, no va a ser el Estado el que va a hacerlo exclusivamente solo. Es inversión privada con incentivos públicos, y lo mismo pasa en energía, transporte, ciudades resilientes. En todos los temas veo el sector privado, pero si hay alguna manera en que quieran verse reflejados más explícitamente, por favor háganlo llegar”, afirmó Andrés Pica sobre el cuestionamiento en esa línea.
Anahí Urquiza, por su parte, reflexionó sobre los indicadores de resiliencia, en los cuales Chile es referente en la región. “A nivel global, efectivamente, todavía no hay un acuerdo sobre cómo medir la resiliencia. Sin embargo, si hay alguien que tiene avanzada esa discusión, somos nosotros, y creo que no le hemos sacado el provecho que debiéramos”.
“Es que sin duda nos permiten sobre todo identificar mejor los co-beneficios, que para un país como el nuestro es muy importante. Porque finalmente la acción climática tiene que ir de la mano con mejorar las condiciones de vida de nuestra población y de abordar otras problemáticas que tenemos en los distintos territorios”, declaró la antropóloga social.
María Teresa Ruiz-Tagle, en tanto, valoró los avances de la nueva NDC en “tratar de hacer un esfuerzo real y hacerse cargo” de la denominada triple crisis planetaria: contaminación, cambio climático y pérdida de biodiversidad.
Eso sí, la directora ejecutiva de CLG Chile puso énfasis en la necesidad de mayor inversión. “Necesitamos un desarrollo sostenible y el desarrollo sostenible para Chile implica más inversión. Por lo tanto, necesitamos inversiones verdes, inversiones que estén alineadas a la Ley Marco de Cambio Climático, que estén alineadas a la NDC, que favorezcan y promuevan la descarbonización, y el crecimiento sustentable con el respeto y manejo correcto de los recursos naturales y la integración”, culminó María Teresa Ruiz-Tagle en su intervención.
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