«Recuperación post-pandemia: una oportunidad para avanzar en justicia ambiental» por Anahí Urquiza

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Columna de opinión de Anahí Urquiza, investigadora del (CR)2, coordinadora de la Red de Pobreza Energética y académica de Facso U. de Chile. Publicada en la revista Newsletter ACERA.

El acontecer nacional de los últimos meses marcará nuestras vidas y el devenir de importantes procesos económicos, políticos y socioculturales, por lo que es fundamental hacernos cargo de los problemas actuales y tomas las decisiones urgentes para el futuro cercano.

Hace casi un año tuvimos que aprender con dureza que nuestra sociedad es mucho más desigual de lo que estábamos dispuestos a asumir y, solo unos meses después, una pandemia global desnudó aún más nuestras profundas diferencias y acrecentó las brechas existentes.

Hemos visto que parte importante de las desigualdades actuales se expresan en las condiciones de habitabilidad, el acceso de servicios básicos y la posibilidad de vivir en ambientes libres de contaminación. Así, las comunas menos afectadas por la pandemia son las más acomodadas y las personas en ciudades contaminadas son más vulnerables. Hoy al virus y, permanentemente, al cambio climático. Este último, ha ido profundizando las condiciones de desigualdad existentes.

Sequías, incendios, aluviones, ya son parte de nuestros desastres regulares, mientras recién comenzamos a comprender el nuevo clima que vivimos y el desigual impacto de desastres que empeoran las condiciones de vida de los más vulnerables y generan mayores dificultades para los países en vías de desarrollo. A lo anterior se suman profundas transformaciones socioculturales que están ocurriendo como la automatización, digitalización y cierre de innumerables fuentes laborales.

En un escenario como éste, tenemos la oportunidad de reinventarnos, definir reglas para una economía circular y una gobernanza policéntrica, modificar la enseñanza y sus contenidos, mejorar los accesos a servicios básicos y fortalecer derechos sociales. Debemos poner los incentivos adecuados, avanzar en las restricciones necesarias e impulsar nuevos modelos de desarrollo.

En este contexto, las energías renovables son una oportunidad para el desarrollo local, junto a esfuerzos de gran escala para avanzar en eficiencia energética, la coordinación intersectorial, la generación de nuevas oportunidades laborales y el impulso a la innovación local.

Las decisiones de hoy definirán el país del futuro.