Una investigación de la Universidad de Chile publicada en la revista Hydrology and Earth System Sciences (HESS) identificó y caracterizó las hipersequías, un fenómeno climático extremo que ha impactado fuertemente a la zona central del país. El estudio, liderado por el académico René Garreaud, subdirector del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2), advierte que los efectos de estas sequías prolongadas van mucho más allá del déficit de precipitaciones, generando consecuencias ecológicas y sociales de gran magnitud.
El trabajo revela que, a diferencia de las sequías moderadas —que ocurren cada tres a diez años y presentan déficits de entre 20 % y 40 %—, las hipersequías reducen las lluvias en más de un 75 % respecto del promedio histórico. En Santiago, por ejemplo, el registro anual habitual de 300 milímetros baja a menos de 90 durante estos eventos. Según el estudio, este nivel extremo solo se ha observado cinco veces en el último siglo: 1924, 1968, 1998, 2019 y 2021.
“Una disminución sustancial de la precipitación aumenta el déficit hídrico y produce impactos medioambientales en los ríos y la vegetación, además de consecuencias sociales como conflictos por el uso del agua y la provisión de alimentos”, explicó Garreaud, subdirector del CR2.
El equipo, conformado por 17 investigadores —siete de ellos del CR2—, concluye que los efectos de una hipersequía dependen de las condiciones previas del ecosistema. Así, mientras en 1998 el impacto fue moderado debido a un año lluvioso anterior, en 2019 y 2021 la combinación de una década de megasequía derivó en el colapso del bosque esclerófilo y una grave afectación del paisaje natural.
La investigación también analiza los forzantes climáticos que originan estos eventos, verificando su ocurrencia en los últimos 400 años mediante reconstrucciones basadas en anillos de árboles. Las proyecciones climáticas apuntan a que los años hipersecos serán más frecuentes durante el resto del siglo XXI, con una tendencia sostenida de disminución de las precipitaciones.
“La hipersequía de 1924 ocurrió en una sociedad más rural y vulnerable, donde la falta de agua fue un factor detonante de conflictos sociales y políticos, como las movilizaciones populares y la crisis que llevó al exilio del presidente Alessandri”, agregó Garreaud.
Simposio internacional: Clima y resiliencia
En paralelo, el CR2 convocará al Simposio Internacional “Clima y Resiliencia: El futuro se hace presente”, que reunirá a expertos nacionales e internacionales para analizar los desafíos del sistema climático global.
El encuentro se desarrollará el 3 y 4 de noviembre en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, y continuará entre el 5 y el 7 de noviembre en Viña del Mar. Participarán la rectora Rosa Devés, la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, el decano Francisco Martínez, la directora de ANID, Alejandra Pizarro, y la directora del CR2, Pilar Moraga.
El evento abordará la necesidad de fortalecer la resiliencia social y ambiental frente a la creciente alteración del clima global, impulsada por la actividad humana y los cambios en el uso del suelo. | Leer en portalmetropolitano.cl
