Eventos naturales serían la razón de la estabilidad temporal de la temperatura de la Tierra (El Mercurio)

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(El Mercurio, 14 de agosto) Una enorme corriente presente en el Pacífico habría logrado detener por algunos años el aumento promedio de la temperatura del planeta, produciendo el llamado hiato.

Por Lorena Guzmán

Desde hace poco más de un siglo, cuando se pudo medir con mayor exactitud la temperatura del planeta, ésta no ha parado de subir. Por ello, en los 90 apareció la preocupación sobre el calentamiento global y el cambio climático que, ocasionado por el hombre, está produciendo estragos.

Si bien en eso hay consenso, no lo hay en lo que respecta a la continuidad del aumento de temperatura. Entre 1998-2013 parece que el termómetro hizo una pausa en su tendencia alcista, algo que confundió a los expertos e hizo a los escépticos del cambio climático enarbolar con más ahínco su bandera de lucha.

Aún así, el cambio climático sigue en pie: la temperatura volvió a subir desde 2014 y ahora parece haber una explicación para esa pausa o hiato. Según publica en la última edición de la revista Science Kevin Trenberth, investigador del Centro Nacional de Investigación Atmosférica en Boulder, EE.UU., una enorme corriente marina en el Océano Pacífico sería la culpable de ese paréntesis.

Masa de agua

Se trata de la Oscilación Decadal del Pacífico (PDO en sus siglas en inglés), la mayor en su tipo en el planeta. Lo que sugiere Kevin Trenberth es que como en los últimos años esta bajó la temperatura del agua, hizo que el océano comenzara a absorber más calor de la atmósfera, lo que habría resultado en una moderación del alza de temperatura promedio global. En tanto que una vez que se reactivó la PDO, a principios del año pasado, las temperaturas volvieron a aumentar.

«Por eso deberíamos esperar cada cierto tiempo que se produzcan hiatos por eventos de variabilidad natural, especialmente de la PDO», explica el científico a «El Mercurio».

Ahora esto no significa que no haya cambio climático ni que no sea inducido por el hombre, continúa el científico, sino que incluye un factor más de variabilidad al que poner atención.

La PDO es como el hermano mayor del Fenómeno de El Niño y La Niña, ejemplifica René Garreaud, subdirector del Centro de Ciencia del Clima y Resiliencia (CR)2, de la U. de Chile. «Al estar en una fase fría, como la que habría recién terminado, el océano se vuelve más activo y traslada el calor desde la superficie hacia aguas más profundas», explica.

Cuando esto se revierta, la temperatura va a volver a la superficie del agua y aumentará la temperatura de la atmósfera de manera probablemente similar o mayor a lo que se absorbió en su momento.

Kevin Trenberth explica que si bien se puede medir este efecto, aún implica asumir ciertos hechos que no se pueden dimensionar. De ahí la discusión de la razón del hiato.

Lo otro que ayuda a la falta de consenso, agrega René Garreaud, es que aún no hay una manera acabada de determinar la temperatura del planeta. Si bien la tecnología actual permite mucha precisión, el problema es que en zonas aisladas, como la vastedad de los océanos o en las altas cumbres, es muy difícil hacer mediciones.

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