Congreso aprueba Ley de Cambio Climático y Chile se transforma en primer país de América Latina en fijar meta de carbono neutralidad por ley (País Circular)

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Lista para ser promulgada por el Ejecutivo, esta ley marco fija la meta de carbono neutralidad para Chile al año 2050 -meta que se evaluará cada cinco años-, pero considera además una serie de instrumentos de gestión y obligaciones que apuntan a fijar e institucionalizar la lucha contra el cambio climático como una política de Estado.

Por Jorge Molina

Con 33 votos a favor, y en forma unánime, se aprobó ayer la Ley de Cambio Climático, en el marco de una sesión extraordinaria convocada por el Senado. Así, un día antes de terminar su gestión, el Ministerio del Medio Ambiente logró transformar en ley el proyecto ingresado en enero de 2020, y que es considerado como un instrumento clave para desarrollar políticas e instrumentos que se encuentren alineados con la ciencia, de manera de lograr cambiar nuestra trayectoria de emisiones y evitar que la temperatura aumente más de 1,5°C al final del siglo, meta fijada por el Acuerdo de París.

Chile se transforma así en el primer país de América Latina en fijar una meta de carbono neutralidad por ley, lo que hasta ahora solo habían hecho países como Canadá, Nueva Zelanda, Japón y países de la Unión Europea como Alemania, Francia, Reino Unido, España, Suecia o Dinamarca.

En la decisión de ponerlo en tabla ayer en la Sala del Senado  habrían incidido una serie de factores: el interés del gobierno de sacar el proyecto como un hito de su gestión -el ministro Javier Naranjo hizo intensas gestiones la noche del martes con la presidenta del Senado y los jefes de comité para que se votara-; el interés de muchos de los propios senadores en aprobar el proyecto, en particular de aquellos que están en su último período y que también quieren ser partícipes de este hito; y la incógnita respecto de qué podría haber ocurrido con la ley en el nuevo Senado que inicia sus funciones a partir de mañana.

“Desde hoy, Chile tiene una Política de Estado para enfrentar la grave crisis climática de manera decidida, responsable y con las herramientas necesarias. Agradezco el liderazgo del Ministerio del Medio Ambiente y el sentido de urgencia del Senado por aprobación de Ley Marco de Cambio Climático”, señaló ayer el Presidente Piñera en su cuenta de Twitter.

La transversalidad en el apoyo a la iniciativa también quedó reflejada en las palabras de la senadora Ximena Órdenes, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente del Senado, al momento de dar cuenta del proyecto: “Me parece que este es uno de los grandes temas que ha convocado a la Comisión de Medio Ambiente y al Senado. Creo que es importante dar este paso, y espero que más allá de las observaciones que se puedan tener, principalmente en el tema de la carbono neutralidad, yo quiero hacer un llamado sobre todo a las autoridades políticas, porque este es un tema de convicción también. Ese es el horizonte final, pero tenemos que desarrollar la acción climática ahora; ya no hay tiempo”.

Esta nueva ley, que ahora solo debe ser promulgada por el Ejecutivo, contiene una serie de instrumentos de gestión, pero el principal de ellos es precisamente la definición de una meta de carbono neutralidad al año 2050 para Chile. Y, como señaló Órdenes, este fue quizás el único punto que puso algo de suspenso en la votación de ayer en la Sala del Senado, ya que la senadora Yasna Provoste pidió que esta meta en particular se votara por separado -lo que impediría su despacho y promulgación- para adelantar la fecha límite al año 2040, lo que había sido solicitado por distintos parlamentarios, ong’s y expertos a lo largo de la tramitación.Sin embargo, una solicitud de la misma senadora Órdenes para que dicho requerimiento fuera desistido, argumentando que la meta debe revisarse cada cinco años y por lo tanto puede ser mejorada, hizo que finalmente esta se retirara y la ley se diera por aprobada. “El año 2050 es el umbral, pero se revisa cada cinco años. Estamos ad portas de tener una ley de cambio climático, y ahora viene la acción climática. Acá hago un llamado a las nuevas autoridades: tiene que haber convicción y voluntad política para avanzar en este tipo de medidas”, argumentó Órdenes para destrabar el punto.

Además de la meta de carbono neutralidad, la Ley Marco de Cambio Climático contiene otros instrumentos de gestión, como una Estrategia Climática de Largo Plazo que definirá un presupuesto nacional de emisiones de gases de efecto invernadero al año 2030 y 2050, así como presupuestos de emisión para sectores específicos establecidos en la ley que deberán cumplirse en un plazo de 10 años.

A ello se suma la Contribución Nacional Determinada (NDC), los planes de mitigación y de adaptación al cambio climático, un Reporte de Acción Nacional de Cambio Climático para el monitoreo e información de avance de las medidas en este ámbito, la creación de planes de acción regionales de cambio climático y de planes estratégicos de recursos hídricos en cuencas.

Para alcanzar la meta de carbono neutralidad, se establecen además los sistemas de información, monitoreo, reporte y verificación, y establece la gobernanza climática que entrega las facultades, responsabilidades y obligaciones vinculantes de cada órgano del Estado, tanto a nivel vertical como horizontal.

“La nueva ley nos permite fijar e institucionalizar la lucha contra el cambio climático como una política de Estado, independiente de los gobiernos de turno, entregando facultades, responsabilidades y obligaciones que permitan cumplir con los compromisos para alcanzar la carbono neutralidad y convertir a Chile en un país resiliente al clima”, dijo ayer el ministro del Medio Ambiente, Javier Naranjo.

“Este es un hecho histórico -afirmó-, un hito para Chile, porque con la aprobación del proyecto nos transformaremos en el primer país en vías de desarrollo en establecer, por ley, la meta de la carbono neutralidad a más tardar el 2050, tal como la ciencia nos ha solicitado a todos los países, para conseguir limitar el aumento de temperatura a 1,5° Celsius. Además, se incluye la obligación de que esta meta sea evaluada cada 5 años, para poder acelerarla”.

Principales ejes de la ley

En los dos años de tramitación del proyecto en el Congreso, se presentaron casi 850 indicaciones a la iniciativa y -considerando la transformación transversal y profunda que requiere esta ley- se formó una mesa técnica que acompañó el proceso, las que estuvo integrada, entre otros, por Maisa Rojas, futura ministra del Medio Ambiente, Andrea Rudnick (CR2) y Pilar Moraga (Observatorio de Leyes Marco de Cambio Climático de la U. de Chile).

Esta instancia fue clave para sistematizar y ordenar las indicaciones, relevando la importancia de contar con una ley con base científica para la toma de decisiones. Este inédito proceso logró un consenso transversal en la tramitación, con la aprobación e incorporación del 70% de las indicaciones presentadas por los senadores (en su primer trámite en la Cámara Alta), en su mayoría por unanimidad.

En la Cámara, en tanto, fue donde se cambiaron los plazos de revisión de la meta de carbono neutralidad, de los 10 años fijados originalmente a una evaluación cada 5 años. Además, se reforzaron principios sociales y medioambientales, y se incorporaron los conceptos de pérdidas y daños, grupos vulnerables y zonas costeras, entre otros cambios relevantes.

En lo que respecta a la Estrategia Climática de Largo Plazo, por ejemplo, los diputados incorporaron dentro de sus aspectos fundamentales que los lineamientos relativos a la conservación de ecosistemas, restauración ecológica, forestación y reforestación con especies nativas no podrán incentivar la plantación de monocultivos forestales.

En términos generales, en sus 53 artículos permanentes y seis disposiciones transitorias, la nueva ley -además de la meta de carbono neutralidad- traza objetivos claros para la resiliencia y la adaptación del país al cambio climático; incorpora el concepto asociado a la seguridad hídrica, relevando las acciones necesarias para reducir la vulnerabilidad del país, teniendo en consideración la grave sequía que enfrenta; reconoce los principios de no regresión y de progresividad, los cuales son claves para poder avanzar con la determinación en la acción climática y evitar cualquier retroceso; y pone al Ministerio del Medio Ambiente como la autoridad técnico normativa en materia de cambio climático, dándole nuevas atribuciones tanto en su sector como en otros ministerios.

En tanto, los ministerios sectoriales serán considerados como la autoridad sectorial en esta materia. Deberán llevar a cabo los planes sectoriales de mitigación y adaptación al cambio climático, y al dictar o modificar normas legales deberán elaborar un informe de incidencia en la gestión del cambio climático. El Ministerio de Hacienda, en tanto, será responsable de elaborar la Estrategia Nacional Financiera frente al cambio climático.

Adicionalmente, se crea el Comité Científico Asesor para el Cambio Climático que se encuentra radicado en el Ministerio de Ciencias, Tecnología, Conocimiento e Innovación, y apoyará en el análisis de los aspectos científicos que se requieran para la elaboración, diseño e implementación de los instrumentos de gestión para el cambio climático en el país.

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