El aporte del programa Huella Chile en el camino hacia la descarbonización (Diario Financiero)

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Desde su creación en 2013, el programa ha registrado sobre 2.270 instituciones, otorgando sellos de reconocimiento a aquellas que han logrado cuantificar, reducir o neutralizar sus emisiones.

La quema de combustibles fósiles genera emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que, a su vez, generan una capa alrededor del planeta, atrapando el calor y aumentando la temperatura. Este proceso es el principal motor del cambio climático, uno de los desafíos ambientales más urgentes en todo el mundo.

Para frenarlo, muchos países han tomado diversas acciones, con resultados variados. En el caso chileno, el Estado ha planteado la meta de lograr la carbono neutralidad para 2050, para lo que resulta vital involucrar al sector privado, principalmente mediante su participación en programas voluntarios de gestión del carbono, como
el programa HuellaChile.

Esta iniciativa, que fue creada en 2013 por el Ministerio de Medio Ambiente (MMA), ha
conseguido registrar a más de  2.270 instituciones, tanto del sector público como del privado. A la fecha ha otorgado más de 1.370 sellos de reconocimiento como parte de sus logros, de los cuales un 90% corresponde a cuantificación, 7% a reducción, 1% a neutralización y 2% a excelencia.
Desde el programa Huella Chile explican que las organizaciones “pueden respaldar
su progreso en la gestión del carbono mediante un sistema estandarizado de Monitoreo, Reporte y Verificación (MRV), que es transparente y que está en línea con la normativa en las declaraciones de gases de efecto invernadero a nivel de organizaciones, eventos y comunas”.

El impacto

Mauricio Osses, investigador adjunto de la línea Ciudades Resilientes del CR2, valora los logros de esta iniciativa, ya que la gestión efectiva de las emisiones de GEI y la reducción de la huella de carbono son esenciales para la conservación del medio ambiente, por lo que es clave contar con acciones coordinadas a nivel mundial
y desde los sectores público y privado.
“El sector público debe abordar este proceso por ley, atendiendo a la Ley Marco de
Cambio Climático y la Estrategia Climática de Largo Plazo, generando planes de adaptación y mitigación desde los distintos ministerios y sectores productivos. Las empresas asumen su responsabilidad corporativa y social al reducir su impacto ambiental, lo que es crucial para mantener la confianza de los consumidores
y accionistas, cumplir con las regulaciones gubernamentales sobre emisiones de carbono y obtener ventajas competitivas en mercados internacionales que exigen cumplimiento de estándares ambientales”, expresa Osses.

A lo anterior, Diego González Santander, investigador del Centro de Cambio Global UC,
añade que actualmente este tipo de mediciones permite a los privados acceder a nuevas oportunidades de inversión, ya que tanto los mercados internacionales como las grandes empresas están exigiendo informes de emisión de GEI para entrar en ellos.
“Las empresas pueden mostrar un sello diferenciador y motivador, haciendo que otras
firmas también se suban al carro para cuantificar y reducir sus emisiones. De esta misma forma, empresas que estén midiendo su alcance 3 de emisiones de GEI pueden exigir a sus pro veedores que disminuyan sus emisiones, o buscar nuevos proveedores con una huella de carbono menor, aumentando la competencia de prácticas de mitigación de emisiones de GEI”, reflexiona González.

Para Daniela Bertoglia, gerenta de Sostenibilidad Corporativa de Falabella S.A., tanto el retail como otros sectores tienen un desafío relevante en la gestión de sus categorías de alcance 3 (es decir, aquellas emisiones indirectas de la compañía, como el transporte de los colaboradores y/o de insumos o viajes por motivos de trabajo,
entre otros) y en conectar con otras compañías a lo largo de la cadena de valor para generar sinergias. También reconoce que existe un espacio para que las empresas más grandes aporten en la instalación de conocimiento y capacidades de las más pequeñas, partiendo por sus propios proveedores.
“Aquellas empresas que toman la delantera y demuestran un liderazgo claro en materia
de sostenibilidad no solo se con vierten en empresas más competitivas frente al mercado, sino que pasan a generar un círculo virtuoso de buenas prácticas a
lo largo de la cadena de valor, donde el objetivo final es lograr negocios resilientes y un mejor futuro para el planeta y todas las personas”, indica la ejecutiva de Falabella, grupo que ha lo grado el reconocimiento de sus diversas unidades de negocio
por HuellaChile, como Sodimac, con el sello de Excelencia y los de Cuantificación y Reducción de GEI, y Falabella Retail, con los sellos de Cuantificación y
Reducción.