Si bien, los encuestados aseguraron realizar acciones para enfrentar la situación, la mayoría de ellos no confía en que estas medidas sean realmente efectivas.
Por Alexis Paiva Mack
El actual escenario medioambiental y la escasez hídrica tanto en Chile como en el mundo ha generado que los ciudadanos se sientan expectantes en torno a la posibilidad de acceder a agua potable, un marco que también aplica al territorio nacional.
Según una reciente encuesta realizada por Criteria, en la cual evaluaron la percepción de los chilenos en torno a esta temática, la situación afectaría particularmente a los chilenos que habitan desde la Región de Coquimbo hasta la del Maule.
En una entrevista con La Tercera, el director de mercados y consumidores de la organización encargada del sondeo, Marco Silva, enfatizó en que “la palabra es resignación”. En este sentido, explicó que “del estudio se desprende que las personas creen que es poco lo que se puede hacer para revertir la falta de agua, y más vale que aprendamos a vivir con esto”.
Junto con ello, detalló que buscaron analizar factores como la conciencia en torno al uso de agua, los miedos relacionados a su escasez y a quién o quienes consideran como culpables de la situación.
Los datos arrojaron que un 67,7% de los encuestados ve muy probable que se realicen cortes del suministro vital en las ciudades en las que habitan, mientras que este pronóstico se volvió más intenso cuando les consultaron acerca de los cinco y diez años que vienen.
“La situación actual es súper crítica, estamos en valores históricos, los más bajos que hemos obtenido”, dijo al citado periódico el investigador del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia, Ariel Muñoz, quien también añadió que la realidad “no está tan lejos” de lo que manifestaron los encuestados.
A aquello se le suma que un 40.2% de estos últimos ve escasas o nulas posibilidades de que esto se revierta en el país. Asimismo, un 75.6% aseguró sentir miedo por este escenario, por lo que, según detallaron en la encuesta, han optado por acciones para mejorar el racionamiento.
Respecto a ese punto, 28.4% dijo haber reducido sus tiempos de aseo personal en la ducha, mientras que 18.3% redujo el consumo y 16.3% empezó a reutilizar. Aun así, el 77% de los encuestados comentó que creen que estas acciones no son realmente útiles para mejorar la situación.
“De alguna forma la gente ha ido entendiendo, pero también se ha generado esta resignación al saber que el consumo humano es poco dentro del total del problema de escasez”, dijo Silva a La Tercera en referencia a que el agua también es utilizada en sectores industriales y de minería, pero aun así, comentó que “todas las personas cumplen un rol en el balance hídrico”.
En este sentido, enfatizó en que “todas las decisiones que tomamos, incluso aquellos productos que elegimos, también tienen una repercusión en el consumo de agua. Lo interesante es no perder la esperanza ni querer traspasarle a otros la responsabilidad de que este problema se solucione”.
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