Cambio climático: ¿Cómo afecta a nuestro país y cómo nos podemos preparar? (Noticias U. de Chile)

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En el marco del Día Internacional del Cambio Climático, que se conmemora cada 24 de octubre, un grupo de académicas y académicos de la Universidad de Chile conversaron con Prensa U. de Chile respecto a los principales desafíos que nuestro país debe enfrentar en esta materia. Cumplir con las metas establecidas el marco de los acuerdos de París, ajustar la legislación, implementar medidas de ajuste y mitigación, y enlazar la protección del medioambiente y el combate al Cambio Climático con el debate constitucional, fueron algunos de los temas planteados por las y los expertos.

Por Felipe Ramírez y Francisca De La Vega

El cambio climático es una realidad cada vez más apremiante. Así lo asegura toda la evidencia científica generada durante los últimos años, por lo que la humanidad ha adoptado una serie de medidas y acuerdos para enfrentar este fenómeno global.  El aumento de las temperaturas, la cada vez mayor proliferación de fenómenos meteorológicos extremos, inundaciones y sequías son sólo algunas de las consecuencias que ya se sienten debido al cambio climático, siendo nuestro país particularmente vulnerable a ellas.

De acuerdo a la profesora Paulina Aldunce, de la Facultad de Ciencias Agronómicas y del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2, el riesgo más importante es la reducción de la disponibilidad de agua, que se potencia con el derretimiento progresivo de los cuerpos de hielo en la cordillera, glaciares, y en la misma Antártica. Además aumentan los problemas para la producción agrícola, la infraestructura portuaria, y los riesgos a la salud.

«La agricultura en nuestro país se ve afectada principalmente por la disminución del recurso hídrico. Al no tener agua obviamente no se puede mantener ciertos cultivos ya sean anuales o permanentes, como son los frutales, y se tiene que empezar a sacrificar y dejar de lado algunos de los terrenos o áreas de cultivo», lo que baja la productividad y reduce la calidad de los productos, afectando no sólo el consumo local sino también las exportaciones.

Otro factor que influye es el cambio en los patrones de comportamiento de las plagas. A esto se suma que el aumento de las temperaturas afecta a quienes trabajan en faenas agrícolas, lo que trae una serie de consecuencias en particular para la población más vulnerable. «En el campo se ve que las personas que trabajan en la agricultura están muy cercanas a su medio de subsistencia y al tener los medios de subsistencia en recursos naturales tienen un apego, un sentido de pertenencia muy grande, muy importante con respecto a su medio ambiente, entonces cuando ya no pueden continuar, o tienen que migrar, les afecta de forma muy severa en lo psicológico«, aseguró.

Respecto a lo que podemos esperar a futuro, la profesora Aldunce afirmó que con el cambio climático «todas las variables se han exacerbado y se van a seguir exacerbando, por lo tanto, los cambios van a ser aún mayores. Está proyectado que vamos a tener más sequía, vamos a tener más olas de calor, un aumento sostenido de las temperaturas, tener más marejadas, más lluvias extremas más severas y más frecuentes causando inundaciones, deslizamientos, etc.»

La académica Karen Peña, de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza (FCFCN), explicó que los efectos de este fenómeno no son iguales en todo el mundo, y tampoco lo serán en nuestro país, ya que si bien zonas como la Patagonia verán un aumento de la temperatura, éste vendrá asociado a un aumento de las precipitaciones, situación contraria a la que vive la zona central donde los bosques esclerófilos sufren un aumento de períodos de sequía.

«Estos cambios serán positivos para algunas especies y negativos para otras. En la patagonia afectarán negativamente al ñirre, pero favorecerán a la lenga; mientras que en la zona central las más afectadas serán las especies que requieren mayor humedad, como las que crecen en las laderas sur y cercanas a flujos de agua como el canelo, el lingue, el naranjillo y el peumo, entre otras», detalló la profesora Peña.

Todos estos cambios en la vegetación también producirán cambios en el hábitar para la fauna y la producción de servicios ecosistémicos, por lo que «se debe rápidamente comenzar a entender las estrategias y conocer los umbrales de resistencia de nuestras especies nativas, con el fin de implementar las medidas necesarias para la recuperación de sectores y la conservación in situ y ex situ de las especies vegetales, poniendo énfasis en las especies que se encuentran amenazadas, es decir aquellas que presentan problemas de conservación y tienen riesgo de extinción en el mediano plazo», remarcó.

Consultada por el estado en el que se encuentra nuestra legislación para enfrentar este gran desafío, la profesora Valentina Durán, de la Facultad de Derecho, destacó que el Congreso se encuentra discutiendo una «Ley Marco de Cambio Climático» que establece los principales instrumentos para que el país haga frente a este fenómeno, e hizo hincapié en la necesidad de que el proyecto avance.

Junto con ello, enfatizó que uno de los desafíos actuales tiene que ver con empujar la recuperación de los efectos económicos de la pandemia «de manera sostenible, con una triple ganancia en lo ambiental, social y económico que avancen en los compromisos asumidos por el país».

«También las medidas de mitigación y adaptación tienen que surgir desde los territorios, por lo tanto es muy importante permitir una gestión transparente y participativa en materia de cambio climático, promoviendo los derechos de acceso y participación, de manera que las decisiones que se adopten sean sostenibles en el tiempo y generen adhesión ciudadana», indicó.

El profesor Luis Raggi, de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias, agregó que desde su perspectiva los recursos naturales del país y su protección deben estar consagrados en la Constitución como un derecho humano fundamental.

Desde ahí, «la sociedad debe entender que es parte de la naturaleza, que la afecta y se afecta por lo que ocurre en la atmósfera, en la tierra y en el agua, y que el daño ambiental que produce un proceso, cualquiera sea, atenta contra los DD.HH. y requiere una regulación, una conducta y una reparación».

Junto con ello el profesor Raggi expresó la necesidad de que el Cambio Climático sea incorporado a los planes de estudio en los niveles preescolar, básica y media, e incluso superior, con el objetivo de «sembrar las bases en la generaciones que se verán cada vez más afectadas por una inacción».

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