«Efecto asado». Así se le denomina en Chile al fenómeno de agravamiento de la calidad del aire como consecuencia directa del tan popular gusto por los asados de muchos chilenos.
Y el esperado torneo de la Copa América -que comenzó el 14 de junio y que se extenderá hasta el próximo 7 de julio- es, por lejos, la mejor excusa para prender la parrilla de quienes viven en Santiago, la capital.
Pero por más importante que sea el acompañar los duelos de la Roja -como se le denomina a la selección de fútbol de Chile- con un buen pedazo de carne asado, lo cierto es que el humo que emanan las parrillas contribuye a aumentar de forma considerable la capa gris que cubre a los santiaguinos.
Tanto es así que la semana pasada autoridades gubernamentales hicieron un llamado para evitar los asados durante el torneo. Esto, luego de que se decretaran tres preemergencias ambientales consecutivas debido a la alta contaminación del aire en Santiago.
«El efecto asado existe», dijo Diego Riveaux, secretario regional ministerial (Seremi) del medioambiente de la Región Metropolitana. La autoridad precisó que, además de las parrillas, hay un «efecto partido» que está dado por el aumento de las emisiones de los vehículos de quienes se apresuran en llegar a sus casas para ver el juego y el uso temprano de las estufas a leña.
Preemergencias en la Copa América
El investigador francés Rémy Lapere realizó un estudio donde afirma tener pruebas científicas de que los asados son un factor preponderante para empeorar la calidad del aire en Santiago.
La investigación -en la que también participó el chileno Nicolás Huneeus, del Centro del Clima y Resilencia de la Universidad de Chile- revisó las preemergencias decretadas en medio de la Copa América en 2014, 2015 y 2016.
Rémy Lapere -que además trabaja en el Laboratorio de Meteorología Dinámica de París- plantea en su estudio que en los meses de junio de 2014, 2015 y 2016, la estación de medición de la comuna de Pudahuel, en Santiago, registró ocho episodios con alta concentración de material particulado. Cinco de ellos durante partidos donde jugó Chile, y otros tres en días siguientes.
Además, en la investigación se sugiere que en años anteriores, cuando La Roja no participó de grandes campeonatos, no se registraron concentraciones tan altas de material particulado en los meses de junio.
Según explicó a Nicolás Huneeus al periódico El Mercurio, la causa del empeoramiento de la calidad del aire «tenía que ser un evento acotado en el tiempo y de emisiones muy intensas» pues a la hora de los partidos se «producía un aumento muy fuerte en un lapsus de dos horas, que pasaba de 100 microgramos de material particulado a 400 o 500 por metro cúbico».
Contaminación y problemas de salud
Todos los años la mala calidad del aire en Santiago produce graves problemas de salud que afectan principalmente a niños, ancianos y personas asmáticas o alérgicas. Esto genera un colapso del sistema público de salud en Chile durante los meses de invierno.
La situación es tan problemática que en momentos críticos el gobierno ha tenido que limitar el uso de vehículos, paralizar las industrias que no cumplan con los parámetros establecidos y prohibir la calefacción a leña. Violar la norma puede significar multas elevadas.
Pero la relación entre los asados y la contaminación del aire es relativamente nueva. El ex intendente de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, planteó esta advertencia por primera vez en 2014, en medio del mundial de fútbol de Brasil. Sin embargo, en dicha ocasión sus palabras fueron fuertemente cuestionadas e, incluso, fueron objeto de bromas y memes.
Tras la investigación realizada por el francés Rémy Lapere, Orrego señaló al sitio de noticias Emol que el «efecto asado» era «real» y que debe considerarse a la hora de decretar medidas para apalear la mala contaminación del aire.
«Tener un medio ambiente limpio que proteja la salud de las personas es un derecho, pero para que sea respetado los ciudadanos tenemos que cumplir con nuestra responsabilidad», afirmó.
Ante esto, la ministra del Medioambiente, Carolina Schmidt aseguró que Claudio Orrego «tenía toda la razón, nosotros tenemos que tener claridad de que hoy día nuestro país el 87% de la contaminación por material particulado se produce por combustión de leña».
No obstante, Schmidt descartó prohibir encender las parrillas durante los días críticos de contaminación y dijo que el gobierno no considerará el «efecto asado» en su plan de descontaminación.
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