Reportaje CR2 | Ebullición global: ¿Una nueva era?

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Un intenso debate se ha generado en la comunidad científica, luego de las declaraciones del secretario general de la ONU afirmando que estamos en nuevo período, la ebullición global. Frente a esto, diferentes voces expertas del CR2 comparten sus argumentos para enriquecer este nuevo debate.

Por: Comunicaciones CR2

Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europe, el pasado julio fue el mes más caluroso del que se tiene registro. En ese contexto, el secretario general de la ONU, António Guterres, lanzó una grave advertencia: “El cambio climático ya está aquí. Es aterrador, y es sólo el principio. La era del calentamiento global ha terminado. La era de la ebullición global ha llegado”. Con estas palabras, Guterres busca convocar a los líderes a tomar acciones concretas ahora mismo, pero ¿realmente estamos en una nueva era?

Para el director del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia CR2, René Garreaud, las declaraciones del vocero de la ONU son semejantes a otras mencionadas anteriormente. “Va en línea con conceptos anteriores: crisis climática, emergencia climática, etcétera, que pretenden gatillar acciones de la humanidad para mitigar el cambio climático. Por supuesto que la intención del señor Guterres es buena, pero tengo grandes dudas si el uso de este lenguaje alarmista genera la reacción buscada”.

Además, Garreaud afirma que la ebullición global no es una nueva era: “El cambio climático es un problema gradual, además de complejo y altamente relevante, que se desenvuelve en décadas y siglos. La temperatura global del planeta ha aumentado cerca de 1°C en un siglo y lo continuará haciendo -aunque no sabemos hasta cuánto y cuándo-. La lenta tendencia del cambio climático se superpone en cambios más marcados entre un año y otro debido a fenómenos naturales como la alternancia de años de El Niño y La Niña, de hecho, muchos de los récord de este año se deben a la condición del Niño en que sale calor del océano a la atmósfera”, establece el académico del Departamento de Geofísica de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile.

Por otra parte, para Laura Ramajo, investigadora CR2 y autora líder del último informe sobre impactos, adaptación y vulnerabilidad del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), las palabras del secretario general de la ONU no son literales y se enmarcan en un contexto de aumento de eventos extremos. “Es una metáfora, el planeta no está hirviendo literalmente porque la ebullición es un proceso físico, pero lo que quiso dar a entender es que el planeta se está calentando y se ha calentado a un nivel lo suficientemente importante para generar una explosión de eventos extremos con impactos que no habíamos visto antes”.

Además, la investigadora agrega que “hay que focalizarse en que Guterres se estaba refiriendo al aumento de los impactos asociados al cambio climático y su magnitud. Esta no es una nueva era: estamos definitivamente en el antropoceno, esa es la época en la que nos encontramos”.

Esta posición es compartida por la investigadora CR2 y académica del Departamento de Geografía de la Universidad de Chile, Eugenia Gayó, quien afirma que: “el periodo de ebullición implica que los cambios proyectados se harán aún más evidentes, y a una velocidad muy rápida, esto incluye, por ejemplo, el alza del nivel del mar, la intensificación de las sequías tanto en frecuencia y magnitud. Esto además de los impactos inmediatos que trae para la sociedad, afecta necesariamente a la dinámica interna del sistema climático, pudiendo agudizar aún más los cambios proyectados”.

Sobre las consecuencias que se podrían generar en nuestro país, Gayó establece: “Chile es altamente vulnerable al cambio climático, y la era de la ebullición impone nuevos retos, en la medida que todo lo proyectado para el territorio probablemente se agudizará en cuanto a eventos extremos, sequías, olas de calor, por ejemplo. En este sentido, debemos acelerar nuestra capacidad de adaptación”.

Ebullición global y ecoansiedad

Uno de los principales argumentos dentro del debate sobre la ebullición global, es la eficacia del mensaje en el comportamiento de la ciudadanía. Para el director del CR2, René Garreaud, el mensaje entregado por Antonio Guterres no logra el objetivo de motivar a la población. “Estos mensajes generan ecoansiedad y paralización, especialmente en conjunto con la profusa divulgación que hacen los medios de prensa a eventos meteorológicos de alto impacto y que son rotulados inmediatamente, en muchos casos sin respaldo científico, como consecuencias del cambio climático”.

Para el investigador CR2 y académico del Departamento de Psicología de la Universidad de Chile, Rodolfo Sapiains, el mensaje entregado por el vocero de la ONU no es la más eficaz y puede llegar a ser contraproducente. “Acá hay un descuido por parte de quienes comunican puesto que esto puede terminar generando un efecto boomerang y ser mucho más desmovilizador que movilizador para la mayoría de las personas”.

Frente a este escenario, Sapiains propone utilizar diferentes estrategias para movilizar a la ciudadanía.

“Un primer elemento es que comunicar los problemas tiene que ir acompañado de comunicar las soluciones, con más énfasis en las soluciones. Es decir, más énfasis en las acciones que en el problema. Segundo, necesitas que esas acciones tengan un reporte, que yo diga ‘voy a hacer esto’ y saber si lo que estoy haciendo sirve o no y cuánto estoy contribuyendo. Necesito también tener súper claro que mi vecino, las autoridades, las empresas también están haciendo su parte. Entonces debo tener reportes constantes para ver si ellos están cambiando, si están haciendo nuevas cosas, ir monitoreando. Las personas necesitan saber, además de cuán efectivos son sus propios cambios, cuán efectivos son los cambios que están haciendo otros”.

Finalmente, el académico del Departamento de Psicología de la Universidad de Chile explica que es un buen momento para buscar otras perspectivas para enfrentar el cambio climático. “También hay que centrarse en las oportunidades que la crisis climática representa para todos. Esto se ha dicho muchas veces, pero no hay que dejar de insistir, puesto que nos da la posibilidad de replantear la forma en que estamos organizados como sociedad, nuestras prioridades y la forma en que queremos continuar como civilización. Por lo tanto, hay una tremenda oportunidad de pensar mejores alternativas. Centrándonos en lo que hay que hacer, lo que podemos hacer, lo que aún no hacemos. Pero necesitamos que se haga a todos los niveles, desde las personas en su casa, de las comunidades, hasta los países y a nivel global”, concluye el investigador.