«Investigación, reducción del riesgo de desastres y emergencia climática» por Rodrigo Cienfuegos y Maisa Rojas

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    Por Rodrigo Cienfuegos , director Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres – CIGIDEN, y Maisa Rojas, directora Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2. Publicada en La Tercera.

    El último informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de las Naciones Unidas, dado a conocer en septiembre de 2021 fue claro: los desastres socionaturales han aumentado dramáticamente debido al cambio climático y se han quintuplicado en los últimos 50 años. En Chile, en tanto, la tasa de ocurrencia de desastres por aluviones e inundaciones ha aumentado de manera vertiginosa, pasando de un evento cada 60 años durante la primera mitad del siglo XX, a en promedio más de un desastre por año entre 1986 y 2019. Algo similar se ha observado en relación a los impactos de marejadas, olas de calor e incendios.

    Si bien el número de fallecidos por desastres ha disminuido a nivel global gracias a la investigación científica y los avances tecnológicos que han permitido implementar sistemas de alerta temprana y mejor el manejo de información y la comunicación, el aumento en frecuencia de eventos de clima extremo está produciendo impactos reales y dramáticos en la vida cotidiana de millones de personas en Chile y el mundo. Fenómenos que están profundizando la desigualdad y generando una carga sociopolítica cada vez más difícil de manejar para los gobiernos.

    A diferencia de los terremotos que pueden afectar a todo el territorio nacional y cuyos impactos han sido controlados a través de exigentes normativas de construcción, los fenómenos climáticos y el control de sus consecuencias negativas requieren soluciones locales, descentralizadas, incluyendo una buena caracterización y entendimiento de los sistemas naturales, y las prácticas sociales, culturales y productivas de quienes conviven con ellos.

    Nuestra institucionalidad necesita cambios profundos para abordar estos desafíos, integrando los mejores conocimientos y prácticas disponibles para enfrentar el cambio climático, potenciar procesos de adaptación y transformación, evaluar las vulnerabilidades subyacentes y los riesgos sistémicos para anticipar y mitigar desastres futuros en Chile.

    Esta nueva realidad, con los eventos climáticos extremos más frecuentes e intensos, exige potenciar la investigación transdisciplinaria generada al alero de los Centros de Excelencia en Áreas Prioritarias FONDAP. Los cambios institucionales, legales y nuevas formas de gobernanza, deben estar inspirados de la mejor evidencia científica disponible y aprovechar las conexiones, diálogos académicos, territoriales, comunitarios y políticos que han sido impulsados desde estos centros.

    La reducción del riesgo de desastres, la adaptación y transformación para enfrentar la actual emergencia climática, necesitan de este nuevo modelo de investigación transdisciplinaria pero también del intercambio de conocimientos.