La Tierra alcanzó la mayor concentración de CO2 de los últimos 800 mil años (El Mercurio)

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  • La situación, ocurrida en 2016, es extrema, pero debería revertirse, ya que el incremento estuvo asociado a una situación climática puntual que redujo la capacidad de la vegetación para retener ese gas.
  • »Lo importante es que los gobiernos no se confundan con estas señales y crean que, como pese a todos sus esfuerzos las concentraciones de CO2 se mantienen altas, no deben seguir reduciendo las emisiones». Maisa Rojas, Geofísica (CR)2

Por Richard García

Un nuevo récord negativo alcanzó el año pasado la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera terrestre.

Así lo señaló ayer la Organización Mundial de la Meteorología (OMM) en su boletín anual sobre el impacto de los gases de efecto invernadero.

Según la OMM, actualmente la concentración de CO2 en la atmósfera representa un 145% por sobre los niveles preindustriales (antes de 1750).

El aumento récord de 3,3 partes por millón del promedio anual la agencia lo atribuyó al resultado de las actividades humanas combinadas con un intenso episodio del fenómeno meteorológico de «El Niño», que tuvo devastadores efectos en distintas zonas del mundo entre 2015 y los primeros meses de 2016.

«El Niño» provocó sequías en las regiones tropicales y redujo la capacidad de los bosques, la vegetación o los océanos para absorber CO2.

Maisa Rojas, doctora en Física de la Atmósfera e investigadora del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2), precisa que hay que distinguir entre emisiones y concentraciones de CO2. Las emisiones corresponden a lo que los humanos liberan directamente a la atmósfera mediante la quema de combustibles fósiles y otras actividades. Pero las plantas terrestres y microorganismos del océano captan parte de ese CO2. La concentración es lo que todavía queda en la atmósfera después de ese proceso de reabsorción.

La sequía tuvo un impacto directo en el desarrollo de las plantas. «Si crecen menos, también hacen menos fotosíntesis y absorben menos CO2 que lo normal», explica.

En su opinión, esto debería ser un factor transitorio, ya que en los últimos tres años los informes revelan que las emisiones de CO2 no han estado aumentando, sino que se han mantenido bastante constantes por primera vez en la historia.

«El Niño» de 2016 añadió complejidad al escenario, porque pese a que los países firmaron y ratificaron el Acuerdo de París y tienen en marcha compromisos para reducir sus emisiones igual las concentraciones siguieron aumentando.

Testigos de hielo

Es probable que 2017 también presente concentraciones de CO2 altas, como consecuencia de las repercusiones de ese mismo fenómeno de «El Niño», pero en los años siguientes el escenario debería volver a estabilizarse, según Rojas.

En observaciones directas no se han visto niveles de concentración de CO2 semejantes a los registrados en el actual informe en los últimos 800 mil años, asegura la OMM.

La referencia son testigos de hielo obtenidos en la Antártica, en los que se pueden analizar las concentraciones del gas en los últimos dos milenios. Ninguna presenta números semejantes a los del reporte.

De hecho, de acuerdo con registros indirectos, niveles similares a los de ahora se habrían presentado hace entre 3 millones y 5 millones de años, es decir en el Plioceno Medio, cuando la temperatura era de 2 a 3 grados más cálida y el nivel del mar entre 10 y 20 metros superior al actual.

El crecimiento demográfico, prácticas agrícolas más intensivas, mayor uso de la tierra y el incremento de la deforestación, la industrialización y el uso de energía procedente de fuentes fósiles han contribuido a una aceleración de la tasa de aumento de la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera desde el inicio de la era industrial, en 1750.

Leer en El Mercurio.