Nicola Borregaard: “La pobreza energética no es un concepto que esté dentro de la política pública en Chile” (El Mostrador)

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La directora de Espacio Público habló en el foro Pobreza energética: ¿Cómo asegurar una transición inclusiva?, el que se realizó en el marco de la Cumbre Social por la Acción Climática.

La pobreza energética es la situación que sufren los hogares que son incapaces de pagar los servicios mínimos de energía que satisfagan sus necesidades domésticas básicas o que se ven obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos para pagar las cuentas energéticas de sus viviendas ¿Cuál es su panorama en Chile? Sobre esto conversó este martes la directora de Espacio Público, Nicola Borregaard, en el foro Pobreza energética: ¿Cómo asegurar una transición inclusiva?, el que se realizó en el marco de la Cumbre Social por la Acción Climática.

“Antes la vulnerabilidad energética se vinculaba al acceso a la electricidad, pero hoy tenemos un 99,3% de vivienda electrificadas. La pobreza energética se vincula a la imposibilidad de poder aislar la casa térmicamente, de tener acceso al agua caliente, así como también de pagar cuentas con altos precios. Hoy es importante incorporar un cambio de foco. Sin embargo, la pobreza energética no es un concepto que esté dentro de la política pública en Chile a corto, mediano y largo plazo, y esto debe ser clave”, sostuvo la directora de Espacio Público durante el foro.

Ruben Méndez, gerente de energía local de EBP, explicó el Programa de Inclusión Energética que la consultora desarrolla con familias de la comuna de Renca. “Existe el concepto de pobreza energética oculta, que es la limitación del acceso de energía que permite su desarrollo personal. Por ejemplo, una persona que se enferma por no tener la calefacción o tener mala calefacción deja de trabajar y ve disminuidos sus ingresos es un tipo de pobreza energética que no está del todo cuantificas”, afirmó.

La pobreza energética también se vincula a la imposibilidad de las familias y hogares a poder pagar sus cuentas porque son muy costosas en comparación a sus ingresos. “El mercado energético no está pensado para los sectores con ingresos económicos más bajos. El 25% de nuestros beneficiarios del programa está endeudado para poder pagar la luz”, agregó Méndez.

Por su parte, Anahí Urquiza, académica del  Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2) de la Universidad de Chile e integrante de Red de expertos y expertas de Espacio Público, sostuvo que hablar de pobreza energética hoy es relevante no solo por las aristas personales, sino también “porque un acceso óptimo a las energías tiene impacto en el desarrollo local y nacional. Es relevante que los distintos planes que estén centrados en las realidades y necesidades de cada territorio”.

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