Paulina Aldunce por incendios forestales: “No podemos seguir con esta soberbia humana de pensar que nos merecemos todo a costa del medio ambiente”(Diario Uchile)

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    La especialista del CR2 explicó que los siniestros son parte del cambio climático que es urgente contener. “La ventana de oportunidad de cómo responder y adaptarnos al cambio se está cerrando rápidamente”, explicó.

    Varios incendios forestales han generado alarma en la población, especialmente en sectores como Villa Alemana, Viña del Mar, Valparaíso, San Pedro y Quilpué en una temporada que se prevé que sea compleja por este tipo de emergencias en el país, particularmente en la zona entre Pichilemu y Tirúa.

    Esta realidad cada vez más recurrente, es parte de los fenómenos que genera el cambio climático que están asociados íntimamente con la intervención del ser humano a raíz del cambio del entorno natural, la deforestación y el incremento de los paños urbanizados.

    Todo esto es parte del trabajo que realiza el Centro de Ciencia del Clima y la Resilencia CR2 el que además tiene como referencia la investigación del Panel Intergubernamental de Cambio Climático que en su segundo reporte contó con la evaluación de más de 34 mil artículos científicos. Entre quienes participaron como autora líder se contó a la socióloga y académica de la Universidad de Chile, Paulina Aldunce, quien comentó los alcances y hallazgos de la indagación.

    En entrevista con el director de Radio Universidad de Chile, Patricio López, la especialista explicó que los fenómenos climáticos están directamente relacionados con los incendios forestales y el agotamiento de la biodiversidad, generando un impacto mayor en los sectores de más bajos ingresos.

    “Uno de los mensajes clave que se escribieron en este informe es que la inequidad es un factor que aumenta el riesgo a los impactos del cambio climático. Obviamente hay que basarse en políticas públicas que apunten a la inequidad. Uno de esos aspectos son las famosas olas de calor que obviamente en una misma ciudad, entre otros factores, donde hay áreas verdes se sienten menos que donde no hay áreas verdes”, indicó.

    Aldunce cuestionó respecto a la distribución de los paños verdes en una ciudad como Santiago. “¿Dónde están las áreas verdes? Es cuestión de mirar un mapa de Santiago y darse cuenta que las áreas verdes están en las comunas de mayores ingresos y las comunas de menores ingresos y las comunas pobres no tienen casi áreas verdes”.

    Por eso, explicó que “se forman estas islas de calor dentro de la ciudad y estas islas están en las áreas más pobres. En estas áreas más pobres, además de sentir más calor porque está el cemento como un horno reflejando el calor que llega desde arriba, son viviendas más precarias, por lo tanto, no tienen un buen aislamiento, no cuentan con aire acondicionado. Son cuestiones complejas desde el punto de vista social”.

    Para la socióloga “el cambio climático, por donde tú lo mires es un problema complejo y la inequidad es un factor que está siempre presente en términos de impactos y en términos de adaptación también”.

    En ese sentido destacó que “no es una cosa romántica luchar contra la inequidad, es un hecho concreto. Si queremos adaptarnos mejor y disminuir los embates del cambio climático, la inequidad tiene que estar en el centro de nuestras acciones de la acción climática”.

    La docente agregó que “el cambio climático tiene que ser enfrentado por todos los actores sociales, todos. No se puede quedar ninguno afuera. Todo lo que es la política internacional es muy importante, la política nacional es muy importante, pero lo que hacemos cada uno de nosotros y las empresas, cuánto se ha hablado en este último incendio de que muchos de estos incendios fueron provocados por la mala mantención del cableado eléctrico. Esa es una parte fundamental”.

    Otro de los factores de riesgo es el ordenamiento territorial, por ejemplo dónde se dispone y se tratan los residuos de la ciudad.

    “Valparaíso, interfaz urbano-rural: lleno de basura. Eso es como dejar todo listo para las fogatas. No se puede seguir tomando basura. En el CR2 hicimos un estudio (…) y una de nuestras grandes conclusiones fue que la basura que está presente en la interfaz urbano-rural, por ejemplo en Valparaíso, es uno de los principales combustibles de los incendios”, subrayó.

    En el caso de las viviendas, Aldunce indicó que “si tienes una canaleta llena de hojas, te cae una chispa y tu casa lo más seguro es que no se va a salvar. Si tienes una casa tipo palafito, construida arriba y abajo guardas combustible, plástico, son situaciones muy riesgosas”.

    La investigadora agregó que “el viento que se produce debido al cambio climático, porque el cambio climático no es sólo aumento de las temperaturas, sino también el cambio en el comportamiento de los vientos. Y por eso estamos viendo estos vientos que son más fuertes y que cambian constantemente de dirección. Por lo tanto, que te llegue una chispa, es muy fácil que llegue una chispa donde está la basura ahí debajo de tu casa o en la canaleta”.

    Sequía y el impacto en el desarrollo de la economía

    Otro de los problemas serios que enfrentamos como país es la extensión de los años sin lluvias que van profundizando la sequía en gran parte del territorio nacional. “Llevamos 12 años de mega sequía que son más de un 35 por ciento de déficit hídrico y llevamos en este siglo dos hiper sequías que es mayor a un 70 por ciento de déficit hídrico; cuando se supone que en un siglo tienes dos y ya en 20 años llevamos dos”, señala Aldunce.

    Es decir, en 20 años se cumplió el ciclo que se supone debe producirse en un siglo, “y el año pasado llegamos a un 66 por ciento, estuvimos muy cerca de la hiper sequía. Y este año ya llevamos un déficit del 50 por ciento. Estamos un escenario climático muy grave”, comentó.

    A esto se suma el escenario que fue adelantado por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático que señala que “si en cuatro años, ya llevamos uno, no hay reducciones generalizadas y profundas de los gases de efecto invernadero, en dos décadas vamos a superar en 1,5 grados Celcius. Es otro planeta. Y nuestra apuesta es que si en cuatro años bajamos los gases de efecto invernadero de forma profunda y extensa, la apuesta es a que volvamos del 1,5. Pero ya no nos salvamos del 1,5 y nadie se imagina lo que se viene de aquí a 15 años más”, subrayó la académica de la Universidad de Chile.

    Todo esto “produce un impacto del cambio climático que se combina con otro y se van complejizando y se van potenciando. La ola de calor afecta a una persona que no puede trabajar en ciertos horarios. Eso a su vez afecta la producción de ese país, la generación de bienes y recursos. Pero a su vez esa persona no tiene agua, y al no tener agua no puede regar… todo se va complejizando y se va potenciando”, precisó Aldunce.

    La académica advirtió que “la ventana de oportunidad de cómo responder y adaptarnos al cambio climático se está cerrando rápidamente. Un ecosistema sano tiene la capacidad de ayudarte de alguna manera a responder al cambio climático, dando servicios de recursos hídricos, de recursos alimentarios. El cambio climático afecta la salud de los ecosistemas, los enferma y un ecosistema enfermo ya no te va a poder dar esos recursos”.

    A eso agregó que “cuando lleguemos a los dos grados Celsius, pasando el 1,5 en muchos lugares del mundo no vamos a poder cultivar los cultivos esenciales para la vida humana en el planeta. De verdad hay que tomar conciencia: estamos en una emergencia climática y tenemos que tomar conciencia hoy día”.

    Por esto mismo precisa que “la producción basada en los combustibles fósiles ya no puede seguir subsistiendo. No podemos seguir como estamos. Tenemos que reciclar más, tenemos que apagar las luces, tenemos que acostumbrarnos a no estar con polera en invierno con 23 grados… ¡Abrígate como nos abrigamos toda la vida y andábamos con chaleco en la casa!”.

    Paulina Aldunce afirma que el gasto de energía que hacemos “es ridículo”. “A veces vas a reuniones y estás muerta de frío… ¿para qué? Y eso sumado por todos es lo que nos tiene en el problema en el que estamos hoy día. Si no somos tan bacanes, no nos merecemos tanto los humanos como pensamos. Esa soberbia humana es de una comunidad extrema, nos está jugando en contra. Ya no podemos seguir con esta soberbia humana de pensar que nos merecemos todo a costa del medio ambiente y del clima”, concluyó. | Leer en Diario Uchile.