Jorge Núñez
Como «un año seco». Así define el investigador del Centro del Clima y Resiliencia de la Universidad de Chile, Roberto Rondanelli, el año 2016. Pluviométricamente hablando, se entiende.
Sin embargo, el académico destaca que lo más novedoso no es la falta de lluvia, sino los lugares donde ésta dejó de caer.
Los mejores ejemplos son la zona sur del país, donde hace años no se veía una sequía tan anómala. «Para muestra está Coyhaique, cuya precipitación anual promedio es de 1.205,9 mm, pero que a la fecha apenas alcanza los 521,7 mm», ejemplifica Rondanelli, quien explica que mientras no se conozca la evolución completa del ciclo de La Niña, no se puede especular sobre el agua que caerá el 2017.
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